“El
amor entra por el estómago”
es un
muy antiguo dicho, y esta frase se puede interpretar de muchas maneras;
lo que es evidente hoy en día, es que científicamente se puede
demostrar que algunos alimentos tienen propiedades que condicionan el
comportamiento humano. A
través de toda la historia encontramos acciones para conseguir los
favores del ser amado o deseado, y para ello se recurre a toda una serie
de estrategias, de las que no están ajenas la magia, la fantasía, la
gastronomía y diversas mezclas de estas disciplinas. Son cientos los
productos comestibles de los que se dice tienen efectos afrodisíacos,
pero la mayoría no puede sustentar científicamente las propiedades que
se les atribuyen. La
sugestión (el moderno concepto del poder de la mente) también puede
explicar el éxito indiscutible de muchos y extraños preparados afrodisíacos,
que encontramos en todas las naciones del antiguo Perú y que llegan
hasta nuestros días con inusitada vigencia.. La
gastronomía afrodisíaca ha tenido un poderoso aliado en el entorno.
Sin lugar a dudas la escenografía, influye en el arte de
desarrollar el concepto de sensualidad. Imagínese una perfumada noche
de verano, junto al ser amado, alrededor de una florida mesa, en una
terraza frente al mar. Disfrutando de una fina cena a la luz de la Luna
y candiles, mientras los envuelve suavemente una cortina musical. Sólo
hay que añadirle un poco de buena voluntad y obtendrá toda la magia
necesaria para lograr cualquier cosa que su corazón desee. No
importa lo que estén cenando, les parecerá delicioso y sin lugar a
dudas, esos alimentos tendrán efectos afrodisíacos. Por eso, en todo
tiempo y lugar, dependiendo de la cultura y la moda, los diversos
pueblos han puesto toda su atención en el decorado tanto del ambiente
como de los diversos manjares. La mezcla de aromas y perfumes, música y
sonrisas, flores, velas, manteles, cubiertos, cristales y loza, en mil
combinaciones, han contribuido a crear los ambientes de magia y seducción
de la gastronomía. Como
ejemplo presentamos un resumen referente a personajes, ingredientes,
manjares y poderes afrodisíacos en la gastronomia peruana: Albaricoque.
El
concepto de las propiedades afrodisíacas del albaricoque viene desde
hace muchos años. Existen numerosas “recetas mágicas” entre las
que destacan la emulsión de albaricoque con jalea real en proporción
10 a 1. El actual análisis científico demuestra las características
reconstituyentes del albaricoque por la gran cantidad de vitaminas que
posee. En la gastronomía peruana se puede recomendar como un postre muy
singular: La albaricocada. Alcohol.
En
todas las culturas existen referencias de los efectos del alcohol sobre
los sentidos. A través del tiempo miles de personajes importantes han
advertido los efectos del alcohol como estimulante. Científicamente se
ha comprobado que beber alcohol con moderación anima sexualmente a
vencer algunas inhibiciones. Un Pisco Sour le cambiara el color de la
escena de forma inmediata y la Chicha ha sido la bebida mágica del amor
por miles de años en el Tawantinsuyo. Cebiche.
A este
famoso plato peruano, preparado a
partir de pescado marinado con un especial limón y ají, se le
atribuyen efectos afrodisíacos o de “levanta muertos”. Como dice la
tradición popular, su nombre viene del concepto “cebo…” “para
atrapar a los hombres” o “pólvora con el que se ceba su arma de
fuego”. Chocolate.
La
ciencia ha descubierto que el chocolate contiene Feniletuilamina,
una anfetamina natural que provoca sensaciones de placer en el
cerebro. He encontrado en un baúl de mi abuela cuzqueña una antigua
“receta afrodisíaca” utilizada al parecer con éxito en el siglo
pasado: se disuelve 100 grs. de azúcar rubia con 150 c/c. de agua a
fuego lento. Por otro lado, se derriten 100 grs. de chocolate cuzqueño
en baño María, se baten 4 yemas de huevo con el chocolate y se añade
½ cucharadita de pimienta negra y el caramelo preparado. Se deja
enfriar, después se añade una cucharada de café tinto, una copa de
pisco y 300 grs. de nata batida; se sirve caliente y según dicen no
tiene pierde CHUPE.
Sopa
tradicional y contundente de la gastronomía peruana, son famosos, el
chupe de camarones, el chupe de pejesapo, el chupe de congrio, etc. Su
nombre viene del ayuno ritual precolombino
denominado “Sasi”,
que consistía en no comer ni sal ni ají y no tener relaciones
sexuales, se consideraba estos tres elementos como la “Salsa” o
“Sabor” de la vida y después del ayuno se les apreciaría más. Después
de terminado el “Sasi” los
protagonistas recibían en una ceremonia especial y de manos de jóvenes
anfitrionas, unos pocillos que contenían una aromática mezcla con
abundante sal y ají y a esta comida ritual se le llamaba”Chupe”.
Hay quienes dicen que este nombre viene de la acción complementaria
realizada con los genitales de las oferentes con los que definitivamente
terminaba el ayuno. Hampicamayoc.
Médico
y brujo del antiguo Perú que curaba el “Oncoy” o las enfermedades
del amor con plantas y brebajes. Prepara el Hatun
Hampi Peccoton, El alimento por excelencia, elaborado muy
cuidadosamente con muchas hierbas, elementos animales y minerales. Y la Huachuma
afrodisíaco preparado con mescalina del cactus San Pedro.
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Huevos.
De una
u otra forma y a través del tiempo, los huevos se han empleado
frecuentemente en las recetas afrodisíacas. La explicación científica
se basa en sus propiedades energéticas, por contener proteínas,
minerales y grasas que se incorporan rápidamente al torrente sanguíneo.
Entre los cientos de recetas afrodisíacas que existen con la intervención
de huevos, hemos escogido una delicada y muy exitosa proveniente de
Cajamarca: 12 huevos de codorniz, 150 cc. de miel de abeja, una
cucharadita de aceite de almendras y una copa de Pisco. Batir los
ingredientes hasta que la muestra esté espumosa. Se puede servir frío
o caliente, al gusto sexy del consumidor. Imaimana.
Inteligente
hijo de dios Viracocha, es el encargado de darle el nombre a las
plantas y enseñar sus propiedades en el antiguo Perú. Pone énfasis en
las características nutricionales, medicinales y afrodisíacas. Mango.
Es una
de las frutas más coloridas y perfumadas que existen. Su fama de
afrodisíaco viene de la costa norte. Hemos encontrado una receta en la
que se invita a los novios a que prueben el “Ritual
del Mango”: que consiste en saborear, lentamente, antes del primer
encuentro nupcial, un mango grande en tajadas, bañado con leche
condensada y un poco de canela en polvo. Indica la receta que los
amantes deben estar desnudos y no dejar de mirarse profundamente
mientras dure la dulce ceremonia de degustación. Algunas variantes
sugieren también frotar algunas partes del cuerpo con el mango.
Aseguran que el efecto es inmediato. Maní.
La
alta concentración de nutrientes y aceites esenciales, del maní,
confirman científicamente su singular valor energético. Su fama de
afrodisíaco viene desde hace mucho tiempo, los antiguos peruanos lo
consideraban como símbolo de fecundidad. En las bodas, el novio repartía
maní entre los jóvenes expresando que él se había preparado para la
boda, y el gran amor que sentía por su doncella reemplazaba los efectos
afrodisíacos del maní, por eso no lo necesitaba y lo regalaba. Olores.
Algunos
aromas de la gastronomía son famosos, quizás el más aceptado
positivamente a través de la historia es el olor a pan recién
horneado. En la cocina peruana también se dice que es
“irresistible” el olor de los anticuchos dorados sobre brasas de
carbón. Orquídeas.
Tienen fama
de afrodisíacas desde la antigüedad. Los Incas las tenían en alta
estima; unas gotas de néctar de orquídeas eran mezcladas con chicha o
en su lugar se comen lentamente los pétalos, uno a no, muy despacio,
saboreándolas, al calor del cuerpo del ser amado y mirándole
directamente a los ojos, no tiene pierde. Palta.
Existen
numerosas referencias afrodisíacas a este delicioso, fresco y suave
fruto. El cóctel de camarones o
la palta a la reina son en
el Perú, considerados como platos de especial seducción. Picante.
Existe
también una explicación médica para una especie de “euforia” o
nivel afrodisíaco atribuida al picante o ají. Cuando la capsicina,
el elemento químico de los picantes, entra en contacto con la
lengua, los neurotransmisores del dolor llevan un mensaje de alarma
mezclado con el placer de la comida al cerebro, que reacciona
inmediatamente liberando las endorfinas,
es decir una especie de analgésicos naturales que producen una
ligera euforia. En
cada mordisco a una comida picante se produce una doble sensación,
primero la del placer de la comida y segundo la de la defensa
inconsciente de cerebro “por esa agresión con dolor”. Y cada vez
que recibe este mensaje el cerebro ordena soltar una dosis de endorfinas,
que en algunos casos pueden incentivar mayor actividad de sensaciones
sensuales. Por ejemplo, en la comida peruana es reconocido el valor
afrodisíaco de su muy sabroso rocoto. En
Arequipa, hermosa ciudad del Misti, situada en el sur del Perú,
preparan un suculento y extraordinario plato, el “Rocoto
Relleno”, que debe ser uno de los manjares más contundentes de la
gastronomía afrodisíaca mundial. Mariscos.
Son muy
populares los efectos revitalizadores que se les atribuye a los pescados
y mariscos, se dice que son “levanta muertos”, se les utiliza para
“curar” los efectos negativos causados por una noche de juerga y
abundante licor. Los mariscos son también famosos, por supuesto, por
sus atributos afrodisíacos. La ciencia dice que los mariscos son
alimentos muy ricos en proteínas y que por lo tanto tienen una acción
dinámica específica que eleva el metabolismo basal. En la gastronomía
peruana hemos encontrado hasta 32 platos con marisco ha los que se les
atribuye sensacionales efectos afrodisíacos. Pusanga.
Es el
preparado mágico amoroso más potente de la tradición peruana;
mediante este filtro se induce a la persona amada a sentir una pasión
desbordante. Es preparado con diversos métodos, según la región del
Perú, pero con denominador común: se utiliza, agua del lavado de los
genitales de la mujer, mezclados con hierbas especiales como el “Chamico”
y el “Huanarpo”. Sopa de Frutos del Mar. Las recetas afrodisíacas más comunes son las sopas de pescado o mariscos. Preparadas con algunas variables según el lugar, pero reconocidas por todos los pueblos como vigorizantes sin par. En la gastronomía peruana existen dos platos famosos: el Chilcano del puerto del Callao y el Chupe de Camarones preparado magníficamente en la ciudad de Arequipa.
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