Hatun Huayway es el nombre de la ceremonia de agradecimiento simultaneo a dos deidades muy importantes de la cultura andina, el Apu o Montaña y la Pachamama o Tierra, que fue practicada de forma clandestina durante una época cuando en tiempos de la colonia quisieron eliminarla “los extirpadores de idolatrías”, entiéndase los miembros de la Inquisición. Esta ceremonia todavía es organizada actualmente por muchos pueblos, es una especie de reconocimiento de la vigencia del mundo cultural andino en la vida del Perú actual.

 

   La preparación de los elementos para la ofrenda se inicia desde muy temprano, marcando el primer día de la cosecha, los encargados son dos especiales personajes, una pareja, lideres espirituales de cada comunidad,  que tienen facultades para comunicarse con la Pachamama y los Apus, ya que se necesita «una muy poderosa concentración de energía». Los elementos del banquete no son los mismos para la tierra y para la montaña, porque uno es femenino y el otro masculino. En el mundo andino todo es dual, hombre y mujer, ambos se complementan..


   Papa, Yuca, Miel, Sal, Ají, Coca, Quinua, Maca, Flores, Chicha, una piedra santa que representa al sol, un objeto de oro y otro de plata, forman parte del banquete de los dioses, y la etapa de preparación pasa por una docena de pasos ceremoniales que toman varias horas. Finalmente, el “paquete” envuelto en hojas mágicas, se coloca en el fuego de la hoguera. Según la creencia, el humo que se desprende de la quema asciende a las divinidades que se alimentan aspirándolo y demuestran su complacencia brindando una buena cosecha. (jac).