Historia del aguardiente
(alcohol, brandy, cognac, ginebra, ron, vodka, whisky
y otros destilados)
Pepe
Iglesias
Septiembre 2006
Antes de
entrar en la historia, me van a permitir que explique someramente qué es el
aguardiente, porque en numerosas webs que hablan de la historia del brandy,
ron, whisky y otros destilados, he leído atrocidades que no solo demuestran
la incultura e irresponsabilidad de sus redactores, sino que incluso, y esto
es lo más grave, sin duda habrán creado graves confusiones entre sus
lectores (no es políticamente correcto descalificar otras webs, pero cuando
se publican datos tan falsos como: “La
producción de whisky en Escocia proviene de varias tradiciones, que fueron
introducido por San Patricio desde Irlanda en el s. IV A.C, o que la
destilación era indígena en las tierras altas
...”
o “La
historia del cognac arranca en el siglo III, cuando los romanos enseñaron a
los naturales de la región el cultivo de la vid, amén de otros
aprovechamientos como la extracción de la sal del mar”.
(trascripciones literales),
yo
creo que casi debería ser un deber moral denunciarlas, sobre todo cuando se
presentan como páginas oficiales y por tanto fuente de información para
estudiantes del tema).
Empecemos
por su definición lingüística:
aguardiente.
(De
agua y ardiente).
1.
m.
Bebida espiritosa que, por destilación, se saca del vino y de otras
sustancias; es alcohol diluido en agua.
Aguardiente de caña, de guindas, de Cazalla.
Recuerden
dos imágenes de esta definición de
aguardiente.
(De
agua y ardiente).
y
“destilación”.
“Agua
ardiente” es una expresión que no necesita explicación para cualquiera
que haya visto destilar en un alambique o alquitara a la antigua usanza,
o sea, puestos al fuego (hoy día se calientan mediante quemadores de gas
ocultos e incluso con resistencias eléctricas), porque el líquido que
sale por la espita del enfriador es transparente como el agua clara,
pero con tan solo acercarse ligeramente al fuego, se prende con una
llamarada que casi parece obra del Diablo.
Pero ¿que
es destilación? |
|
Fermentación alcohólica y destilación.
Es
frecuente ver o escuchar expresiones como “Un destilado de manzana”
(pueden ver más pinchando en
Brandy de sidra
http://www.pepeiglesias.net/op1.php?IDCAT=113&IDFICHA=899&OFFSET=0
),
tanto que hasta hay irresponsables que dan lecciones diciendo burradas
como que el whisky es un destilado de trigo. Si usted mete trigo en un
alambique y lo calienta, a lo máximo que puede aspirar es a que se
chamusque y salga una humareda. Si lo hace añadiendo agua, por la
boquilla saldrá agua destilada, hasta que se agote y se queme el
trigo, con lo que volverá a salir chamusquina. Para que de una
destilación salga alcohol, el interior del alambique ha de contener
alcohol, porque la ciencia puede parecer magia, pero no lo es, y la
destilación es simplemente un proceso físico mediante el cual, por la
acción del calor (también del frío*), se separan las diferentes partes
de que se compone la sustancia a destilar, así que empecemos por
“fabricar” ese alcohol. |
El
alcohol es el producto resultante de la fermentación (alcohólica) de
los azúcares (hay varios tipos de fermentación, incluso en el vino,
como es la maloláctica).
Las
frutas contienen azúcares. En el ambiente hay unos hongos
microscópicos, llamados levaduras que, unidos en cadenas, producen
enzimas que descomponen los azúcares en partículas más sencillas
llamadas alcoholes. Dicho en forma de cuento infantil, hay unos
bichitos que comen azúcar y cagan alcohol, además de producir calor y
tirarse pedos. Dicho un poco más científicamente, en el proceso de
fermentación alcohólica, una molécula de azúcar se desdobla en dos de
alcohol, con desprendimiento de calor y CO2.
De este
modo tenemos el siguiente proceso: La fruta madura machacada forma el
mosto, este fermenta y se convierte en vino, que se compone agua y
alcohol (además de otras sustancias).
Hay
otra forma de producir alcohol, que es a partir de grano. Mediante un
complicado proceso llamado malteado, el almidón del grano se convierte
en azúcares (ambos son hidratos de carbono), y a partir de ahí el
proceso fermentativo es el mismo, pero en vez de vino, se obtiene
cerveza, que está compuesta igualmente de agua y alcohol.
Por lo
tanto antes de hablar de ningún destilado, hay que disponer de un vino
o cerveza que destilar.
Para no
dejar cabos sueltos, he de explicar lo que es el orujo.
Los orujos son los residuos (pellejos) que resultan
después de prensar el vino (¡ojo! he dicho el vino, no la uva. Una vez
que ha fermentado, o sea, que ya es vino y no mosto, se separa el vino
de yema, que es de mayor calidad, y el resto que está mezclado con los
hollejos, se prensa para extraer todo lo posible, y a ese residuo que
queda en la prensa como una pasta, se le llama orujos). Estos
contienen aún restos de vino y por tanto de alcohol, por lo que no
deben darse a comer a los animales porque se emborracharían, así que
se disuelven en agua y se destilan, obteniendo lo que debería llamarse
“Aguardiente de orujos”, aunque familiarmente se dice simplemente
Orujo (pueden ver más pinchando en
Aguardientes de
Galicia
http://www.pepeiglesias.net/op1.php?IDCAT=113&IDFICHA=896&OFFSET=0
y en Orujo envejecido
http://www.pepeiglesias.net/op1.php?IDCAT=113&IDFICHA=897&OFFSET=20
).
|
A
partir de aquí ya podemos establecer diferentes clases de aguardientes
en función del producto de base, bien sea vino, que se llaman holandas
y se usan para los brandys y ginebras, si viene de orujos, se llaman
así o grappas, del vino con sus hollejos (sin separar) salen
aguardientes más suaves y perfumados como el pisco, y de las cervezas,
se obtienen los whiskys, snapps, vodkas y demás aguardientes de grano.
Dos
curiosidades. La patata y otros tubérculos (como el ñame, ágave, yuca,
etc.), como no contienen azúcar, exigen una especie de malteado
(aunque no es tal) y por tanto el resultado de la fermentación sería
una especie de cerveza y su destilado se llama también vodka, sobre
todo en Escandinavia donde que la llaman Akuavit.
La otra
singularidad es la caña de azúcar. En realidad no es una fruta, por lo
que no se puede llamar sidra (hasta aquí hemos hablado de vino, pero
en realidad este término queda reservado solo para el obtenido a
partir de uvas; al producto resultante de la fermentación de otras
frutas, hay llamarlo sidra), pero tampoco cerveza, porque no viene de
grano, así pues dejémoslo como la otra excepción. De hecho hay dos
tipos de ron, uno que podríamos llamar de restos (es el más común y se
hace fermentando los residuos de caña una vez extraídas las llamadas
melazas, que es donde obtiene el azúcar), y otro conocido como
agrícola, porque era el que hacían para sí los dueños de la plantación
y que elaboraban con las cañas enteras, sin separar las melazas. |
Ya tenemos
alcohol, ahora vamos a destilarlo.
* Hay
referencias de que en las tierras frías, Rusia, Escandinavia, incluso en
Asturias, antes de la llegada del alambique, se hacían bebidas de elevada
concentración alcohólica, lo que se lograba mediante complejos sistemas de
congelación. En realidad la criodestilación parte del mismo principio,
separar ambos elementos mediante la diferencia de puntos de congelación y
ebullición del agua (0ºC y 100ºC) y del alcohol (-110ºC y 78ºC), en la
destilación es por calor y en la criodestilación, por frío...
Historia de la destilación
|
Existen
controversias acerca de la fecha en que se podría ubicar este descomunal
hallazgo sobre el que tan poco interés y relevancia han mostrado los
libros de historia.
De hecho
casi se considera erudito discutir sobre si fue Arnau de Vilanova o
Raimond Llul, a quién hay que atribuir semejante descubrimiento, porque
en la mayoría de los casos, confundiendo la velocidad con el tocino,
muchos pseudohistoriadores, hablan de los monjes benedictinos, de los
frailes cartujos, de los indios tabajaras, o de un brujo de su pueblo.
En
realidad, salvo los hechos militares que eran documentados en atestados
reales, la mayoría de los acontecimientos que sucedieron en la Edad
Media no tienen una datación fehaciente, por lo que es más sensato
situarlos simplemente dentro de un contexto histórico. |
Sucintamente los hechos ocurrieron así.
Ya desde la
antigüedad, los alquimistas árabes utilizaban unos artilugios denominados
alambiques y alquitaras para fabricar medicinas, perfumes, aceites
esenciales y pócimas de belleza (hay quién afirma que en el siglo III, un
tal Zósimo de Panópolis ya describía estos inventos y su uso). Uno de los
productos más apreciados y populares era el Kohol, esa especie de pintura de
ojos que siguen usando hoy día nuestras mujeres y algunos hombres en
regiones como la India y que, además de su función estética como maquillaje,
sirve también para aliviar ciertas afecciones cutáneas de los párpados. De
la palabra “Kohol” deriva el vocablo colirio, aunque la Real Academia
Española afirme que vienen de
lat.
collyrĭum,
y este
del
gr.
κολλύριον.
En 1232
(dicen), nació en Mallorca, hijo de Ramón Llull y de Isabel de Eril, un
tal Raimón Llull (castellanizado, Raimundo Lulio). Vivió en la
corte desde joven ya que a los catorce años fue paje de Jaume el
Conquistador y, posteriormente, preceptor del príncipe Jaume, lo que le
permitió vivir una vida un tanto alocada, según cuentan las malas
lenguas. En 1265 peregrina a Tierra Santa y aprende, además del latín
y teología cristiana, la lengua árabe y la filosofía musulmana. |
|
|
En 1238
(tampoco nadie puede confirmarlo, solo es una conjetura), nació en
Valencia (tampoco se sabe a ciencia cierta), un personaje que sería
mundialmente conocido por sus trabajos de medicina, con el nombre de
Arnau de Vilanova.
Estudió
medicina en Montpelier, donde se graduó en 1260. Entre los años
1281 y 1285, aprendió hebreo, y estudió Las Sagradas Escrituras, según
la cultura rabínica y el Talmúd. Por esa época fue nombrado Médico Real
por el rey aragonés Pedro el Grande, cargo que posteriormente también
mantuvo con Alfonso el Liberal y con Jaime II. Fue varias veces
encarcelado por sus ideas religiosas y devuelto a sus cargos, incluso
reconocido por el propio Papa Clemente V. Vamos, que era un cerebrín,
pero buena parte de su sabiduría le vino dada por saber armonizar su
actividad con cristianos, judíos y musulmanes, ya que por aquellos años
Valencia era un crisol de culturas donde vivían en paz todas las razas y
religiones. |
Ambos científicos, como
los llamaríamos hoy, siempre en busca de aquellas quimeras que llamaban
Piedra Filosofal, Elixir de la Vida, de la Eterna Juventud, etc., que
compartían sus estudios con los alquimistas árabes y judíos, decidieron,
en uno de sus múltiples experimentos, meter en uno de aquellos
alambiques una cántara de vino para ver si podían sintetizar o extraer
el alma de este. De él salió un agua limpia y clara, que al ser probada,
confirmó que realmente era el Agua de la Vida, porque con un pequeño
trago, se ponían más contentos que las castañuelas. Con no menos
asombro, comprobaron que la simple proximidad del fuego, hacía que esta
se inflamase mágicamente como ningún otro producto conocido hasta la
época, por lo que, además de Agua de Vida, recibió el nombre de Agua
Ardiente. Por último y en reconocimiento a proceder de un invento árabe,
decidieron bautizar a ese misterioso líquido como
“Kohol”,
que con el artículo árabe “al”, nos da la palabra alkohol, alcohol. |
Ramon Llull y Arnau de Vilanova,
segunda mitad del s. XV
(Florencia, BNC, ms. B.R. 52, f. 237v) |
¿Fechas?
¿Autor? ¿Lugar? Solo lo expuesto, el resto son conjeturas que en
realidad carecen de interés.
De hecho
hay que tener en cuenta que este alcohol tan primitivo no era apto para
el consumo humano sino como aplicación médica.
Por aquel
tiempo no podían distinguir los alcoholes primarios, de los secundarios
y terciarios, así que pasó cierto tiempo hasta que, de forma empírica,
comprobaron que los primeros vasos que salían eran perniciosos, así como
los últimos (debieron dejar ciegos a medio pueblo), lo que hoy llamamos
cabezas y colas de la destilación y que contienen substancias tóxicas
extremadamente peligrosas, desde metanol, hasta metales pesados.
|
|
Tengan en
cuenta que hasta finales del siglo XVIII, cuando el científico alemán
Daniel Gabriel
Fahrenheit (1686-1736) inventó el primer termómetro, no se podía
cuantificar la cantidad de temperatura, por lo que hasta el siglo XIX,
las destilaciones se hacían de forma empírica, casi era un oficio
esotérico, porque una mala práxis, podía matar o dejar ciega a toda una
población, como sucedió en España hace apenas cuarenta años, en que unas
partidas de orujos procedentes de augardenteiros tradicionales,
de esos que van por las aldeas destilando a contrata, dejó un siniestro
reguero de muertos, ciegos y tullidos por medio país (a raíz de aquel
desastre las normas se han endurecido tanto que está más perseguido
destilar que manipular drogas)
Sintetizando un poco el proceso físico de la destilación, vamos a
dejarlo en este concepto: destilación es el proceso de separación por
medio de calor, de dos o más ingredientes que componen un producto, en
este caso el vino. El alcohol se evapora a 78ºC y el agua a 100ºC, por
lo que durante un proceso de calentamiento del vino, en esa franja de
temperatura, los vapores que se obtienen son de alcohol. Luego se
condensan mediante frío (los vapores circulan por un serpentín enfriado
por agua), y el líquido resultante es el alcohol. |
Historia de los aguardientes.
Hemos dejado
la historia a finales del siglo XIII, quizás el periodo de mayor esplendor
de nuestra cultura, un ejemplo de convivencia entre culturas tan dispares
como las cristiana, musulmana y judía, que despertaba la admiración en el
resto de Europa por las riquezas y bondades sociales de que disfrutaban los
españoles, y a las que el incipiente Renacimiento, aspiraba.
Los
cristianos iban y venían por la península sin preocuparse mucho por si la
ciudad en que moraban pertenecía a un califa o a un rey cristiano, porque
tan seguras, o tan peligrosas, podían ser ambas plazas, ya que dependían de
la codicia, honradez o sentido de la justicia, que el gobernador de turno
tuviese, sin que la religión importase.
Aún así,
y a pesar de la tradición musulmana que cinco siglos de ocupación habían
dejado en las tierras del Levante, tras las conquistas de El Cid y
posteriormente del rey aragonés Jaime I, Valencia era plaza que presumía
de su cristiandad y de ella salían la mayoría de los científicos y sus
conocimientos.
Mucho más
al norte, por los reinos de Galicia, Castilla, Navarra y Aragón, se
había forjado lo que en 1993 fue bautizado como Primer Itinerario
Cultural Europeo: El Camino de Santiago, una ruta segura que, mediante
un complicado sistema de monasterios, ciudades amuralladas,
salvoconductos y otras herramientas al uso, los cristianos de cierto
rango podían desplazarse desde el Finisterre gallego hasta las plazas
más septentrionales de la Europa fría.
Aún sin
conocer las técnicas más sofisticadas de destilación, mezclas y
envejecimiento, que posteriormente aportarían su personalidad a cada
bebida, el Agua de vida descubierta en Valencia pasó rápidamente de
convento en convento (toda la ciencia estaba monopolizada por la Iglesia
y solo había laboratorios en sus centros), hasta llegar a los que
configuraban el Camino de Santiago y de ahí, como un reguero de pólvora
incendiada, recorrió los diferentes reinos cristianos, empezando, claro
está, por los francos, que fueron quienes más aprovecharon este invento. |
|
Traducido a
los diferentes idiomas, el Aqua vitae dejó nombres tan familiares como
“Aquavit o Akuavit” en germánico, “Eau de vie” en francés, o "Uisge Beatha"
en gaelico (poco a poco quedó en llamarse "uisge” y después, whisky).
Sin entrar en
profundidades, vamos a describir las más famosas aplicaciones de aquel
invento que, por mor del eclecticismo, dejaremos al alimón entre el
valenciano Arnau de Vilanova y el mallorquín Ramón Llul.
-
Aguardiente de...:
Familiarmente se bautiza de esta forma a aquel aguardiente en el se han
macerado diferentes frutas o plantas. Así pues un aguardiente de arándanos
(más conocido por Patxarán), es un aguardiente obtenido de vino que se ha
aromatizado con endrinas. En algunos casos se realiza una doble
destilación, como es el caso del anís, en que después de maceración, se
redestila el aguardiente para purificarlo. Hay casos en que se utiliza
erróneamente la expresión Aguardiente de manzana para el Calvados, cuando
debería llamarse aguardiente de sidra, ya que es un destilado de esta
bebida.
-
Anís: uno de los
más famosos aguardientes de España, con nombres de procedencia míticos
como Chinchón, Ojén y Cazalla, hoy casi olvidados. Consiste en un proceso
de maceración de esta especia en “holandas” y una posterior redestilación
que conserva el poderoso aroma de los granos. A partir de ahí, se
rectifica con agua destilada hasta los 40º (algunos se dejaban en 50º ,
como el Machaquito o el Chinchón, pero de forma casi anecdótica ya que, al
aumento del gravamen fiscal, hay añadirle su peligrosidad) y se le añade
azúcar de remolacha para obtener tres niveles de dulzor, seco, semiseco y
dulce.
-
Brandy: con el fin
de almacenar los excedentes vino en las grandes cosechas, los holandeses
empezaron a destilarlo y a guardarlo en pequeños toneles, llamándolo "brandewinj”,
vino quemado. Los ingleses, que adoraban el aguardiente, apreciaron los
delicados matices que aportaba este envejecimiento y, para hacer más fácil
su pronunciación, lo abreviaron a Brandy. Según su origen y tipo de
envejecimiento, puede ser más o menos seco, desarrollar perfumes a
melocotón, vainilla o cuero, como algunos cognacs, o incluso mantener los
aromas primarios de las uvas y vinos de que proceden, como algunos brandys
de Jerez y Málaga, donde se aprecian los matices de la uva Pedro Ximenez o
del vino generoso.
-
Calvados: es un
brandy de sidra (no es correcto llamarle brandy porque este debe proceder
de vino, pero si permítaseme la licencia para andar por casa) envejecido
en barricas de castaño. Son famosos los de Normandía, aunque se acepta que
su origen es asturiano.
-
Cognac: Brandy que
se produce en la región de este nombre. Su fama fue tal, que a la mayoría
de los brandys se les rebautizó con el castellanizado nombre de “Coñac”,
aunque las normativas actuales han obligado a todas las bodegas españolas
a eliminar este nombre. Según los años de envejecimiento, se les clasifica
como *, **, ***, V.S.O.P., Napoleón, X.O., etc. (pueden saber más en su
web
http://www.cognac.fr y en otra no tan oficial
Cognac
http://www.pepeiglesias.net/op1.php?IDCAT=113&IDFICHA=903&OFFSET=0
).
-
Ginebra: es un
destilado de grano, o sea, de cerveza, aunque es durante la fermentación
de esta cuando se añaden los aromatizantes, principalmente bayas de
enebro, o ginebras, de ahí su nombre, y otros como cáscara de cítricos
(limón y naranja amarga), cilantro, cardamomo, etc. Curiosamente es la
única bebida con autor y fecha de nacimiento: el profesor de medicina de
la Universidad de Leiden, Franciscus de la Boe (1614-1672), quién la
elaboraba como diurético para sus pacientes, que debían estar encantados,
claro.
-
Holanda:
aguardiente puro de vino, pero rectificado para su consumo por debajo de
los 70º. Se llama así porque los holandeses eran los mayores comerciantes
de aguardientes del mundo y los productores, España, Francia e Italia,
llegaron a denominar así los destilados que enviaban a Flandes para su
posterior distribución.
-
Orujo: procede de
la destilación de los residuos de la fermentación del vino, llamados
orujos, no del vino en sí, por lo que tiene unos perfumes muy particulares
ya que los vapores van impregnados de los olores de las levaduras y otros
residuos de la vinificación. Antaño era un aguardiente barato, pero la
calidad del algunos productos, como el procedente de los vinos de Albariño,
ha hecho que estén de moda y lleguen a cotizarse diez veces más que las
propias holandas.
-
Orujo de hierbas:
es una familia de licores muy popular en Galicia (y ya en el resto de
España), que se prepara macerando diversas plantas, generalmente
manzanilla, en aguardiente de orujo. Se edulcora con abundante azúcar,
obteniendo así un perfumado y goloso licor, al que suelen atribuirse
poderes medicinales.
-
Pisco: es un
aguardiente peruano cuyo origen fue la baja calidad de los vinos que
producía esta región al tener elevadísimas producciones a causa de su
situación geográfica (hoy día el mayor productor es Chile, no solo en
cantidad sino también en calidad, y de hecho hubo un contencioso por
establecer una Denominación de Origen que se liquidó hace pocos meses
(2006) que otorgó a ambas partes la razón, o sea, agua de borrajas, pero
este licor se empezó a elaborar en el valle de Pisco, Perú). Al apenas
llegar a los 12º que necesita un vino para ser estable, los productores,
una vez retirado el vino de yema, destilaban el resto para encabezarlo (se
llama así el proceso de añadir alcohol al vino). Poco a poco fueron
comprobando que la calidad de aquel aguardiente era muy superior a la del
vino y su fama llegó a traspasar las fronteras llamándose aguardiente del
valle de Pisco, o simplemente Pisco. Hay varias calidades en función de
las uvas utilizadas, siendo los más exquisitos los llamados aromáticos que
proceden de Moscatel y Torrontés. También los hay envejecidos, que
pasarían a ser brandys, pero lo más destacable de esta bebida son sus
aromas a rosas, litchys y miel, que se perciben en los de media crianza.
-
Ron: según proceda
del zumo de la caña de azúcar, o de los residuos de la obtención de las
melazas, se llamará agrícola o simplemente ron. Si se envejece se obtiene
un brandy que conserva el nombre de ron, aunque con el apellido de añejo,
Old Rhum o simplemente el número de años que ha pasado en barrica. Los
parámetros de valoración de calidad radican en los aromas aportados por la
madera, así como algún resto de los sabores primarios de la caña. Se
elaboran en todos los países con tradición azucarera, sobre todo los
caribeños. Algunos agrícolas pueden alcanzar la calidad y el precio de los
más cotizados brandys o cognacs. Fue la bebida legendaria de los
corsarios, aunque aquellos no tenían nada que ver con los actuales ya que
eran pócimas que debían ser redestiladas en destino para ser aptas para el
consumo de personas normales, de ahí la tradición de las destilerías
inglesas y holandesas que los refinaban.
-
Sake: reseño esta
bebida para advertir que no es un destilado. Se conoce como vino de
arroz, lo cual también es falso porque no procede de ninguna fruta, por lo
tanto es sencillamente una cerveza, muy refinada, sin carbónico y con un
elevado grado alcohólico (15º), pero cerveza al fin y al cabo.
-
Tequila: podríamos
decir que es el vodka mejicano. Cuando los españoles llegaron al valle de
Chimalhuacan, vieron que los indios utilizaban la planta de ágave para mil
aplicaciones, desde la fabricación de jabones, hasta la techumbre de sus
chozas, entre ellas la elaboración de una bebida fermentada que preparaban
con el bulbo de la planta. Destilaron esa bebida y partir de ahí empezó la
leyenda del tequila. Solo tiene un origen, el ágave, pero hay varias
categorías en función de su envejecimiento, desde el blanco, hasta el
añejo, que sería un brandy si procediese de vino. El llamado “Reposado” es
el más exquisito por su equilibrado sabor y aroma ya que conserva los
matices de la planta, pero la madera lo deja más sedoso.
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Vodka: en realidad
es como un cajón de sastre porque antaño se hacía machacando y fermentando
lo que hubiese a mano, generalmente los residuos de la huerta que no se
podían comer o que sobraban, de ahí que hoy día, al estar estrictamente
regulados su consumo y producción, se elaboren a partir de patata en
Escandinavia y Polonia, de maíz en América y de otros granos como el trigo
en Inglaterra. Fue siempre una bebida basta, de gente pobre y de tiempos
de miseria, pero hoy día se elaboran algunos de gran finura mediante
tridestialción. Debe beberse muy fría, entorno a los -2ºC para resulte
sedosa y glicérica.
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Whisky: podríamos
decir que es un vodka envejecido ya que antaño se hacía también con lo
que hubiera a mano, y hoy cada región usa el grano que han adoptado como
tradicional (en América se usa maíz para hacer el Bourbon, pero también
trigo, cebada y lo que pillen, en Escocia los Malt solo llevan cebada,
pero los Grain usan también avena o lo que sea, en Canadá se hacen de
centeno, en Irlanda de malta y cebada sin maltear, en Vietnam arroz,
etc.). hay muchas páginas sobre este producto por lo que no voy a
extenderme, solo un apunte para quejarme de la moda que está prosperando
de ahumar excesivamente el sabor de la mayoría de maltas y mezclas, con lo
que solo saben a turba, despreciando los aromas más sutiles a melocotón
que desarrollan los más nobles y elegantes durante el envejecimiento.
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