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Los relatos de Miguel Krebs |
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PRÓLOGO
DEL LIBRO: Hace años tuve la suerte de conocer a Miguel Krebs y desde entonces, cada vez con más intensidad, hemos ido estableciendo, entre ambos, una amistad que se podría definir como fuera del espacio y del tiempo, donde es difícil distinguir la frontera que separa las tierras cimentadas de aprecio de aquellas otras llenas de admiración por el maestro, porque he de confesar que junto a Miguel he aprendido mucho. Tener el honor de escribir el prólogo de este libro, cuyos capítulos he ido viviendo y recopilando pacientemente, o lo que es más importante, siendo parte activa de su desarrollo, me hacen sentirlo como parte mía o como las raíces del árbol de nuestra amistad. En su conjunto, sin saber la razón cierta, cada vez que los imagino se me asemejan al cuadro de las Meninas de Velázquez, cada personaje encerrado en sí mismo, con distintas historias y todas unidas dentro del complejo entramado de la composición pictórica. En las sombras el reflejo del pintor, al igual que Miguel, que asoma en cada historia que nos cuenta, como si fuera un espejo de su alma cada relato. Son doce figuras las que hay en el cuadro de las Meninas, doce los relatos que nos ofrece Miguel, un número mágico en la historia de los hombres que se repite hasta la saciedad. Hombre que proviene del cine, Miguel, ha tenido la sensibilidad de hacer estos relatos casi visuales, como si fueran guiones, donde la cámara, que en este caso son nuestros ojos al recorrer las letras, nos hacen vivir las narraciones que nos cuenta como si fueran momentos reales y donde la ficción se amalgama, de forma indisoluble, con retazos íntimos de la historia en la mayor parte de ellos. Es posible que cuando termine de leer este libro llegará, como me pasa a mi, a tener la sensación de confusión, al no poder distinguir si la gastronomía es el hilo conductor de todo el entramado de esta colección de relatos, o son quizás las historias que nos narra las que nos llevan a las cocinas del estómago, porque habrá momentos en los que se le removerán los jugos gástricos y otras en las que se quedará pensativo, digiriendo el mensaje que magistralmente nos transmite. Esta colección de doce cuentos, como bien dice su autor, están recomendados para ser leídos antes y después de las comidas, no tienen contraindicaciones, ni efectos adversos, aunque pueden crear adicción. Si desea adquirir este magnífico libro puede ponerse en contacto con su autor escribiendo a miguel_krebs@yahoo.es |
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