Creemos que desde que el hombre
se asentó en las ciudades y se formaron sociedades estables, con la consecuencia de una
mayor longevidad, se busca incansablemente el secreto de la eterna juventud y ¿que más
significativo que una apetencia sexual aceptable y continua?.
Hasta hace muy poco no se tenía idea
de los mecanismos que desencadenaban una erección o un deseo femenino, nos referimos a
las conexiones mentales y su respuesta física, de hecho hasta que el laboratorio Pfizer,
cuando invirtió en la investigación de un componente que favoreciera la erección
involucrando a mil quinientos científicos, poco se sabia a ciencia cierta y muchas veces
se trabajaba sobre suposiciones más que sobre bases científicas.
Este terreno, el de la
sexualidad,
siempre fue propicio para crear falsas o equívocas esperanzas y, como no, nacieron
aquellos avispados que tenían la pócima milagrosa para el amor o aquellos que tienen el
secreto del alimento, o conjunto de ellos, que pueden devolvernos la fuerza y la potencia
soñada. |