Desde que se  tiene constancia de la historia de los alimentos los hombres, íntimamente ligados a la naturaleza, han buscado en los productos de la tierra alivios a sus males y es la experiencia de miles de años, posteriormente constatado por los análisis, la que han hecho de la cocina la primera farmacia de la humanidad.

   Ya en Mesopotamia y posteriormente en las culturas egipcias y griegas los galenos aconsejaban distintos tipos de alimentos para combatir los estados anémicos, respiratorios o de cualquier tipo con un cierto éxito ya que hasta nuestros días se han conservado y transmitido de generación en generación la experiencia culinaria curativa.

   A continuación exponemos las cualidades curativas de algunos de los alimentos, no todos, ya que la lista puede ser 'casi' infinita pero podemos hacer mención, por ejemplo, del perejil como elemento de siglos en la farmacopea como elemento abortivo, usado en España hasta muy avanzado los años 50 por mujeres que se dedicaban a ello clandestinamente.

GARBANZOS:
  
Ricos en fosfatos y magnesio para prevenir de distintos trastornos cardiovasculares. Por su alto contenido de fibra es ideal contra el estreñimiento, la creación de divertículos y pólipos intestinales.
   Por sus propiedades reducen los niveles de colesterol y previenen el cáncer de páncreas.  

JUDÍAS BLANCAS Y LENTEJAS:
  
Rico en minerales y vitaminas, como los garbanzos es muy rico en fibras por lo que tiene las mismas cualidades.
   Consumiendo media taza diaria se reduce el colesterol en un 10 por ciento. También reduce los niveles de azúcar en sangre. 

ZANAHORIA:
  
Contiene betacaroteno, un potente cancerígeno y antioxidante. Aumenta la respuesta inmunológica del organismo. El equivalente a dos zanahorias diarias puede reducir en un 50 por ciento el cáncer de pulmón. Contrarresta la ceguera nocturna y mejora las enferme- dades degenerativas oculares (cataratas y degeneración macular)

SOJA:
   Rica en fibra y vitaminas, sobre todo E y las del grupo B, contiene hierro y magnesio. También tienen un alto contenido en hormonas y aumenta los niveles de estrógenos en las mujeres, muy bueno para aquellas que han llegado a la menopausia.
   Recomendable para combatir los cánceres de mama.
   Reduce el colesterol en la sangre.

ESPINACAS:
  
Rico en sales minerales y en oligoelementos. Contiene vitami- nas A y C.    Beneficiosa para combatir los estados anémicos y recomendable para prevenir el cáncer de pulmón.

REPOLLO:
   Al igual que la soja previene el cáncer de mama, previene el crecimiento de los pólipos intestinales. Dos cucharadas diarias de repollo cocido protegen del cáncer de estómago y su zumo ayuda a cerrar úlceras. A tener en cuenta es que sus propiedades antioxidantes y anticancerígenas desaparecen una vez que se cuece.

BRÓCOLI:
   Potente antioxidante y anticancerígeno, especialmente para los cánceres de colon y de pulmón. Como todos los vegetales crucíferos acelera la eliminación de estrógenos y previene el cáncer de mama. Por su alto contenido en cromo ayuda a regular la insulina y el azúcar en sangre. La cocción de éste alimento destruya sus cualidades antioxidantes.

PATATAS:
   Contiene inhibidores de proteasa, que son anticancerí- genos. al incluirlo en la dieta cocida o asada, con su piel, ayuda a prevenir la hipertensión y los accidentes cardiovasculares. El zumo de patata cruda, en pequeñas cantidades, es bueno para reumáticos, artríticos y ulcerosos por su poder alcalinizante.

CEREALES:
   Regula el transito intestinal, antidepresivo y regulador del insomnio. En especial la avena ayudan a combatir la diabetes, los trastornos metabólicos y el riesgo de padecer cáncer.

AJOS:
  
Es bactericida y tónico, mejora la elasticidad de los vasos sanguíneos combatiendo la arterioesclerosis y ejerciendo como hipotensor. El comer dos o tres al día reducen la posibilidad de ataques al corazón. Existe una dieta muy famosa basada en ajo macerado en alcohol que dicen que posee efectos milagrosos.
Contiene antioxidantes y anticancerígenos.

CEBOLLA:
   Es antioxidante y antican- cerígeno. Media cebolla cruda al día previene los coágulos, combate el asma, la bronquitis crónica, la diabetes y la arterioesclerosis, su aroma está probado contra la tos nocturna de los niños.
   Es el más antiguo medicamento natural que se conoce, se tiene constancia de su utilización por los galenos de Mesopotámia.

POMELO:
   Su pulpa tiene una pectina que baja los niveles de colesterol. Protege de los tumores de páncreas y de estómago y su zumo es antiviral, el único inconveniente es que puede agravar la acidez de estómago.

KIWI:
  
Contiene más vitamina C que el resto de la familia de cítricos, además posee calcio, hierro y fósforo. Previene del cáncer de mama y de estómago.

PIÑA:
  
Rica en vitaminas A, B, C y E, contiene fósforo, calcio, magnesio, hierro y cobre. Tomada una sola rodaja antes de las comidas mejora la capacidad digestiva del estómago. Por su alto contenido en magnesio es ideal para prevenir enfermedades óseas, como la osteoporosis y las fracturas y previene igualmente de las arritmias.

MANZANA:
   'Una manzana cada día del médico te ahorrarías', un dicho popular inglés que, como todo dicho popular, tiene una gran base.
   Su alto contenido en flavonoides reducen los riesgos de afecciones cardiacas, como la angina de pecho.

NARANJA:
   Rica en vitamina C, potasio, betacaroteno y antioxidantes. Ayuda a prevenir los ataques de asma, bronquitis, arterioesclerosis, enfermedades de las encías y ciertos tipos de cánceres, como el de mama, estómago y páncreas. Aumenta la fertilidad.

FRUTOS SECOS:
  
La nuez, la almendra y el cacahuete tiene propiedades anticancerígenas y anticardiacas. Reducen el colesterol. Las nueces contienen vitamina E que protege contra la angina de pecho y las obstrucciones en las arterias. Todos son buenos reguladores de la insulina y de la glucosa.

YOUGURT:
  
Antibacteriano y antican- cerígeno. Tomar dos al día aumenta la inmunología por la producción de interferón gamma. Por su alto contenido en calcio es bueno para el crecimiento y combatir los problemas óseos. Al ser antibacteriano es ideal para combatir las afecciones intestinales.