La dura tarea que tenían los exploradores y viajeros de todos los tiempos siempre fue el abastecimiento de alimentos antes de emprender un viaje, sobre todo si este era por mar y la travesía era larga y sin escalas, como fueron todas las emprendidas por los españoles, portugueses o ingleses.
Imagino a Cristóbal Colón calculando el consumo de alimentos en su primer incierto viaje a las Indias y la dificultad para abastecerse, siempre atendiendo a las recomendaciones hechas en las Partidas de Alfonso X ‘El Sabio’ que decían: “deven traer mucha vianda, assí como vizcocho, que es un pan muy liviano porque se cuece dos veces e dura mas que otro, e non daña; e deven levar carne salada, e legumbres, e queso, que son cosas que con poco dellas se goviernan muchas gentes; e ajos, e cebollas para guardarlos del corrompimiento del yacer en el mar e de las aguas dañadas que breven, E otrosi deven llevar agua, la que mas pudieren, ca esta non puede ser mucha porque se pierde e se gasta de muchas guisas e ademas es cosa que non pueden escusar los omes, porque han de morir cuando fallesce o vienen a peligro de muerte. E vinagre deben otrosi llevar, que es cosa que les cumple mucho de los comeres, e para bever con el agua cuando ovieren sed. Ca la sidra o el vino, como quier que los omes lo aman mucho, son cosas que embriagan el seso lo que non conviene en ninguna manera a los que han de guerrear sobre la mar. (1) Sigue leyendo →