Historia de la pizza

Carlos AzcoytiaHace ya algunos años, al menos catorce, hice un pequeño trabajo dedicado a la historia de la pizza y del risotto, que sólo intentaba poner las bases de investigación que hoy quiero desarrollar, dejando a muchos al descubierto, que hasta en Wikipedia, de tan honorable esfuerzo en pro del saber, se le escapan las verdades como agua entre los dedos.

Entonces ya decía que ese trabajo estaba incompleto, en una época donde eramos la primera web de historia de la gastronomía que de forma cronológica entró en la Red, cuando en este medio sólo estábamos muy pocos, no más de cien personas en toda España.

Decía entonces lo siguiente, lo trascribo porque ese trabajo desaparecerá de la Red cuando esto se publique:

Este plato no es muy antiguo, pese a ser uno de los máximos exponentes de la cocina italiana y quizá el más conocido en el mundo de ese país, en principio era un plato innoble y no existía constancia escrita de su existencia a finales del siglo XIX, el primero que nos habla de ella es Pellegrino Artusi en La scienza in cucina o lárte de mangiar bene, pero sólo de dos formas de hacerla y otras dos para postres a base de harina, almendras, vainilla, leche y huevos. Sigue leyendo

Historia de la Guerra Coleóptera y Fría entre capitalistas y socialistas

Carlos AzcoytiaComo aportación a la historia de la patata quiero hacer mención a un hecho acaecido en plena Guerra Fría, qué más puede parecernos casi un chiste si no fuera por las consecuencias negativas que acarrearon entre la población de la República Democrática Alemana en unos momentos críticos, tras la Segunda Guerra Mundial, cuando la agricultura alemana, y de todo el Este de Europa, intentaba desesperadamente renacer tras el abandono de los campos y que atenazaba los estómagos de todos los contendientes europeos que tenían que partir de cero, sin semillas, y con el temor de los gobiernos a levantamientos populares sobre todo entre las poblaciones ocupadas.

Hay historias de los Servicios Secretos que bien merecerían un libro de humor porque lo que se denomina Inteligencia hubo veces, y las hay en la actualidad, que más parecen los ‘Inventos del Profesor Calabacete’, personaje del cómic español del TBO de los años 50 y 60 del pasado siglo y donde salen mal parados o nos hace preguntarnos qué significado tiene para ciertos gobiernos esa palabra, la de Inteligencia, y así nos va a todos.

Entre los inventos de dichos Servicios estuvo el de operar a un gato para poner dentro de su cuerpo un emisor con el que poder oír las conversaciones de los demoniacos comunistas en un parque y que murió atropellado por un coche el pobre animal antes de cumplir la misión asignada o ésta que les voy a narrar entre otras muchas y donde llegará a la conclusión que estamos en manos de lerdos faltos de imaginación. Sigue leyendo

Historia de la olla americana, una precursora de la olla exprés y la cocina al vapor

Carlos AzcoytiaA comienzos del siglo XIX se hizo famoso un invento norteamericano de múltiples utilidades en la cocina y que hoy lo podemos mirar con una sonrisa por lo complicado de su estructura y para qué hablar del diseño porque más nos puede parecer un aparato antiguo de laboratorio de química.

No voy, porque no me gusta estafar a mis lectores, a contar una historia de mentira sobre la cocina al vapor, que los hay que son para llorar de risa y como no saben recurren a los sufridos cuentos chinos, lo digo porque para justificar su invalidez mental achancan a los orientales cualquier invento y eso sí, para sentirse mejor y más ‘sabios’ cara a la galería, dicen que hace ya miles de años que lo descubrieron, como es este caso en concreto, claro está que no aportan nunca una referencia, ni tan siquiera medio fiable, que demuestren esos asertos porque lo mismo esos insensatos, si no saben algo, hasta se lo achacan a los extraterrestres y todo sin ruborizarse. Sigue leyendo

La comida de Mississippi y Luisiana: Creole, Cajun, Soul Food.

Hace unos días, al reacomodar mis álbumes de fotografías digitales me puse a disfrutar de nuevo aquéllas que tomamos con mi hija cuando fuimos de paseo en abril de 2006 a Carthage, Mississippi, en los Estados Unidos. Ocho meses habían pasado de la catástrofe por el paso del huracán Catrina y eso lo pudimos comprobar no sólo por las pérdidas materiales de las personas que aún se notaban en el entorno, sino por la cuestión ecológica, ya que varios árboles habían sido arrancados del suelo por tan tremendo fenómeno natural.

Mississippi está situado al lado oriental del estado de Luisiana y esa es una de las razones por las que se puede disfrutar de ricas comidas con un sabor conocido como el «Southern cooking», es decir, el cocinado del sureste. Esta región vecina formó parte de las posesiones francesas. Sin embargo, se debe considerar que los actuales moradores son descendientes de los indígenas nativos, de los africanos esclavos, de los franceses, de los españoles y de los estadounidenses de origen sajón, irlandés y alemán. [1] Esto ha hecho que la cocina del sureste estadounidense tenga una variedad de sabores y de presentaciones de diversa índole. Sigue leyendo

La alimentación de los astronautas a Marte

La dura tarea que tenían los exploradores y viajeros de todos los tiempos siempre fue el abastecimiento de alimentos antes de emprender un viaje, sobre todo si este era por mar y la travesía era larga y sin escalas, como fueron todas las emprendidas por los españoles, portugueses o ingleses.

Imagino a Cristóbal Colón calculando el consumo de alimentos en su primer incierto viaje a las Indias y la dificultad para abastecerse, siempre atendiendo a las recomendaciones hechas en las Partidas de Alfonso X ‘El Sabio’ que decían: “deven traer mucha vianda, assí como vizcocho, que es un pan muy liviano porque se cuece dos veces e dura mas que otro, e non daña; e deven levar carne salada, e legumbres, e queso, que son cosas que con poco dellas se goviernan muchas gentes; e ajos, e cebollas para guardarlos del corrompimiento del yacer en el mar e de las aguas dañadas que breven, E otrosi deven llevar agua, la que mas pudieren, ca esta non puede ser mucha porque se pierde e se gasta de muchas guisas e ademas es cosa que non pueden escusar los omes, porque han de morir cuando fallesce o vienen a peligro de muerte. E vinagre deben otrosi llevar, que es cosa que les cumple mucho de los comeres, e para bever con el agua cuando ovieren sed. Ca la sidra o el vino, como quier que los omes lo aman mucho, son cosas que embriagan el seso lo que non conviene en ninguna manera a los que han de guerrear sobre la mar. (1) Sigue leyendo