La escasez de alimentos en la Guerra de Independencia de Cuba

 

Ismael SarmientoDurante las guerras independentistas cubanas (1868-1898) los usos y costumbres alimenticias de la Isla, hasta entonces de muy poca variación en los campos y ciudades, quedan alterados. El hecho bélico mismo, de marcada incidencia en las transformaciones económicas, sociales y políticas, hace que este y otros actos de la cultura material y espiritual se modifiquen a partir del 10 de octubre de 1868. Necesariamente, se revitalizan las primitivas dietas del cubano y se da, de forma espontánea, la conciliación –y en otras la fusión– de los diferentes usos y costumbres que se practican en la compleja sociedad cubana de siglos atrás. También se dan otros resultados novedosos y enriquecedores que suman y modifican los hábitos culinarios; y no sólo repercute en la forma de alimentarse de los miembros del Ejército Libertador de Cuba y del conjunto de la población rural –principales víctimas del hambre en esos años– sino también entre los miembros del Ejército español, fundamentalmente en las columnas de quintos que marchan de operaciones y concluyen a los pocos días careciendo de los recursos de boca necesarios. Si hasta entonces la vida en los campos y ciudades varía muy poco, y la alimentación es símbolo clasificatorio de las distintas clases o estamentos sociales, a partir de 1868, con el inicio de la Guerra de los Diez Años, en precarias condiciones y con el ya devastado entorno ecológico, la vida en Cuba, sus usos y costumbres, comienza a experimentar visibles modificaciones en el consumo alimenticio. Sigue leyendo

Un breve recorrido por la cocina prehispánica y novohispana: las estufas y los utensilios para cocinar

El comal le dijo a la olla:
oye olla, oye, oye… (1)

Martha Delfin GuillauminHace años, conversando con un funcionario de Sonora, me contó que en la década de 1970 habían llevado estufas a los indígenas seris para que cocinaran con más facilidad, pero que éstos no las utilizaron por obvias razones, no estaban acostumbrados a usarlas, preferían los fogones al aire libre, y es que habría que recordar que en Sonora hace mucho calor, demasiado. Tanto es así que la broma es que si tienes hambre, rompas un huevo sobre el cofre del auto y se cocinará enseguida.

Luego me vine a vivir a la Ciudad de México y fue entonces que conocí la manera como se aprovechan los anafres para cocinar, no en todas las casas del centro del país se usan las estufas de gas o las eléctricas, en las de los campesinos podemos ver dichos anafres y los comales para cocinar. Esto también ocurre en la calle, es decir, las personas que ofrecen allí sus comidas emplean los anafres para preparar y calentar los alimentos como los tamales, los tacos o los atoles. Y es que vale reflexionar acerca de los utensilios y los muebles de cocina que desde antiguo se han empleado y se siguen empleando en México, como serían los mencionados anafres y los comales. Sigue leyendo

Historia de la alimentación de los esclavos en el Caribe (Cuba)

Título original: Del funche al ajiaco: la dieta que los amos imponen a los esclavos africanos en Cuba y la asimilación que éstos hacen  de la cocina criolla

Centre de Recherche sur l’Amérique Espagnole Coloniale (CRAEC)

Université Paris III-Sorbonne Nouvelle

Resumen:

Ismael SarmientoTeniendo como referencia el funche, la principal variante alimenticia del esclavo de plantación y el ajiaco, el plato por excelencia del pueblo cubano, se establece un paralelo entre la dieta que los amos imponen a los esclavos africanos y la asimilación que éstos hacen de la cocina criolla. Un estudio donde se analizan: desde los apartados que los códigos negros y los reglamentos dedicaron al cuidado de los esclavos; los principales renglones alimenticios, los costes, el abasto y la calidad; el valor energético-alimentario de un esclavo; los aportes considerados ancestrales y originarios de África; hasta el aprovechamiento que tanto ellos como sus descendientes hacen de determinados hábitos imperantes en la población cubana.

Palabras claves: Cuba, colonia, alimentación, esclavos, negros Sigue leyendo

Bebidas y ambiente social en la Cuba del siglo XIX

 

Ismael SarmientoComo los alimentos sólidos, las bebidas constituyen una importante aportación a la nutrición, y su consumo es uno de los actos que el hombre más aprovecha para establecer sus relaciones sociales. Alrededor de las bebidas, y me refiero tanto a las alcohólicas como a las no alcohólicas, también gira la vida diaria del hombre y con ellas no sólo se satisface una parte de sus necesidades biológicas y físicas sino algunas psíquicas e incluso religiosas. Por lo que, de la misma manera que aquí profundizamos en las bebidas más usadas en la Cuba colonial y en las formas cómo se combinaban y consumían, así dedicamos otro espacio a las relaciones sociales que se establecieron a partir de su consumo; sin duda, actuaciones inherentes a la formación de la identidad cultural del cubano en el siglo XIX.

Para el mejor estudio de las bebidas se han utilizado diferentes clasificaciones, las más frecuentes son las que se agrupan por el tipo de materia prima utilizada (musáceas, semillas, tubérculos, frutas, etcétera); aunque, partiendo de objetivos más específicos, se establezcan semejanzas y diferencias a partir del proceso de fermentación, el efecto refrescante y/o estimulante, la gasificación u otras especificidades, según corresponda en cada caso. En este análisis sólo interesa relacionarlas en dos grupos: uno, el de las bebidas no alcohólicas y, otro, el de las bebidas alcohólicas, y en ambos casos se analizan a partir del consumo, las incidencias que han ejercido en la alimentación y a través de las relaciones sociales que se establecen en la Cuba decimonónica. Sigue leyendo

Raíces de la cultura alimentaria cubana

Ismael Sarmiento

Trabajo de Ismael Sarmiento Ramírez

Comparado con la fuerte herencia de las culturas originarias en los restantes países de América, ha de reconocerse que en las islas del Caribe muy poco han trascendido las culturas aborígenes. Sin embargo, tampoco hay que ignorar los aportes culturales de estos primigenios habitantes en la formación de la identidad criolla como embrión de donde proviene el sector más representativo de la población cubana; su célula económica: el campesinado. Toda vez que en la Cuba del siglo XIX, y todavía en la del XX, se localizan determinados asentamientos aborígenes, muestra de una población que, aún disminuida, no se extingue del todo y pervive en el quehacer cotidiano de este sector. 

Los aportes aborígenes a la alimentación del pueblo cubano son los mismos que se encuentran en todo el Caribe; observándose determinadas diferencias con respecto a los restantes países de América. Sigue leyendo