Las “alegrías” de México: el huautli

Original editado en esta web en diciembre de 2010, en este trabajo la actualización.

…in tonacaiotl, in tlaolli, in etl, in oauhtli…”
(“lo que conserva la vida, el maíz, el frijol, el amaranto…”)
Respuesta de los señores nahuas a los doce frailes. Siglo XVI [1]

Martha Delfin GuillauminEn cierta ocasión, mientras esperaba el transporte público en Huipulco, me entretenía observando los puestos de comida, ropa, artículos navideños y ¡dulces mexicanos! Así fue como disfruté viendo y comiendo palanquetas de amaranto, las ricas alegrías, como también se les dice.

La palabra amaranto viene del latín, amarantus [2], y esta voz a su vez del griego αμάραντος, “que no se marchita”:

Planta anual de la familia de las Amarantáceas, de ocho a nueve decímetros de altura, con tallo grueso y ramoso, hojas oblongas y ondeadas, flores terminales en espiga densa, aterciopelada y comprimida a manera de cresta, y comúnmente, según las distintas variedades de la planta, carmesíes, amarillas, blancas o jaspeadas, y fruto con muchas semillas negras y relucientes. Es originaria de la India y se cultiva en los jardines como planta de adorno.
m. Color carmesí. [3] Sigue leyendo

Culinaria del Alto Magdalena (Colombia)

Cecilia Restrepo ManriqueHemos afirmado en algunas ocasiones que Colombia es un país de regiones, dada la diversidad orográfica de su territorio referente a cadenas montañosas, desiertos, costas, selvas y llanuras. Pues bien, la región de que se va a tratar en este artículo ocupa parte del suroccidente del país y se le conoce como Región del Alto Magdalena, que corresponde a la cuenca hidrográfica del Alto Magdalena y va del macizo colombiano a la población de Honda y de este a oeste, de la cordillera central a la cordillera oriental. También se le conoció como Tolima Grande y hoy comprende los departamentos de Tolima y Huila.

La región posee todos los pisos térmicos desde los fríos nevados hasta las calientes llanuras cerca del río Magdalena.

“Su poblamiento se remonta al esplendor de la cultura agustiniana…”[1] dicha cultura tenía una jerarquía social chamánica y su legado son grandes estatuas y tumbas. Para el año 900 d.c. ya habían abandonado el territorio, y en su lugar entraron a la zona otras tribus indígenas: “la región fue ocupada luego por pijaos, paeces, yalcones y andakíes.”[2] Sigue leyendo

El café de Veracruz (México), un agradable sabor, un delicioso olor

Martha Delfin GuillauminHace años, cuando viajé junto con mi padre por primera vez a la provincia de Veracruz pude disfrutar de un rico café en las diversas ciudades que visitamos. Entonces vivíamos en Ciudad Juárez, Chihuahua, y mi madre me solía decir que extrañaba el café de Huatusco, que allí vivían sus familiares veracruzanos que habían heredado la hacienda cafetalera de la cuarta esposa de mi bisabuelo Guillaumin. Recuerdo que Alvarado, Cosamaloapan y el Puerto de Veracruz fueron tres de los lugares visitados en ese lindo paseo del verano de 1977. En los tres sitios probé el café, pero el que me fascinó fue el café lechero del Gran Café de La Parroquia porque me encantó ver cómo lo preparaban y lo servían.  Sigue leyendo

El pulque en Tacubaya durante la época colonial

Escrito originalmente el 8 de junio de 2004
Reeditado el 29 de diciembre de 2012

Martha Delfin GuillauminLos antiguos mexicanos tenían a Mayahuel como la divinidad del pulque, éste tuvo una gran importancia en la vida de los indígenas del centro de México “pues fungió como bebida ritual y como ofrenda ceremonial para los dioses”. El pulque se consumía en festividades y banquetes, aunque las borracheras estaban sumamente penadas fuera de ese contexto, baste recordar tan sólo la leyenda de Quetzalcóatl y su embriaguez vergonzante que le obligó a huir de Tula. Sigue leyendo

El pan mexicano, una delicia para el comensal.

La panadería en México en nuestros días es parte del desarrollo artesanal y empresarial de un gran número de mexicanos. Es una herencia de origen colonial, si bien es cierto que en el México prehispánico había una especie de pan hecho de harina de amaranto revuelta con miel, o panes elaborados con harina de maíz o de mezquite. Los indígenas usaban metates y morteros de piedra que les sirvieron para transformar los granos y las semillas en harina. Los españoles introdujeron, además del trigo y otros cereales, diversos instrumentos para moler los granos, particularmente los molinos de rueda de piedra cuya tracción se daba por energía hidráulica o por los animales que servían para hacer girar la mencionada rueda. Sigue leyendo