Historia del al-Ajú(r) o alfajor, un dulce de Navidad

Dedicado a mi amigo y compañero José Enrique González Palma

 El maestro de la novela picaresca del Siglo de Oro español, Mateo Alemán (1547-1615), en su obra cumbre ‘Guzmán de Alfarache’, en el libro III, capítulo II, hace mención al alfajor cuando el pícaro Guzmán, en Roma, cuenta: «Lo que más llegaba eran pedazos de pan. Este lo vendía y sacaba de el muy buen dinero. Comprábame parte dello personas pobres que no mendigaban; pero tenía la bola en el emboque. Vendíalo también a trabajadores y hombres que criaban cebones y gallinas. Mas quien mejor lo pagaba eran los turroneros, para el alajúr o alfajor, que llaman en Castilla«.

Sigue leyendo

Historia de la alimentación de los monjes trapensesen la España del siglo XIX

Hay un hecho en la historia de España muy poco conocido y que merece especial atención, me refiero a la orden de los cistercienses que se afincaron en nuestro país una vez que fueron expulsados de Francia primero y de Suiza después.

La Orden de la Trapa, como se llamaron, pasó serias vicisitudes en España ya que les fue asignado un convento, el de Santa Inés en Murcia, para después decirles que era muy valioso y que le cedían otro, totalmente ruinoso, el de Escarpe, en las inmediaciones de las localidades de Maella y Fabra en Aragón, que fue fundado en el siglo VI por los monjes benedictinos, sin entrar en otros detalles que escaparían al contenido de este trabajo. Sigue leyendo

Historia del maíz en España y la pelagra o el mal de la rosa

El maíz fue una de las primeras plantas traídas desde las Indias Occidentales por Cristóbal Colón en 1493, en su segundo viaje, creyendo adivinar el almirante las grandes posibilidades que tenía este cereal y ante la necesidad de que los Reyes Católicos siguieran patrocinando su aventura, ya que oro traía poco aunque decía que había tanto que hasta los chorizos los hacían en aquellas tierras con ese metal, evidentemente, tras esta ironía que me he permitido incluir, que podría ser casi creíble tras la lectura de mi otro trabajo titulado ‘El segundo viaje de Colón a las Indias Occidentales‘ .

En principio, y pese a lo que podría esperarse, no tuvo el maíz la aceptación esperada para el consumo humano, siendo su primera utilidad la de planta forrajera para la alimentación de los animales, aprovechando así las tierras de barbecho; siendo sólo más tarde, al criarse en los huertos de los agricultores, aprovechable para la alimentación de las personas, pero no porque fuera muy apetecible al gusto europeo, sino porque esta planta estaba exenta de pagar los cánones señoriales y también libre de los diezmos a la iglesia, motivo por el cual es para tenerla como alimento de las clases menos favorecidas, de ahí la poca bibliografía existente de sus comienzos. Sigue leyendo