Antes de entrar a hablar del amasijo conocido como almojábana, se hará una breve reseña de la historia de Soacha, lugar famoso por la preparación de este manjar.
HISTORIA
El nombre de Soacha se origina del vocablo Sua= Sol y Cha= Varón, es decir “ciudad del dios varón”. (Cancino, p: 14)
Según las investigaciones y las excavaciones realizadas por Gonzalo Correal y Thomas Van der Hamen, ejecutadas alrededor de los años setenta, en la Hacienda Tequendama, perteneciente al municipio de Soacha, la historia se remonta a los tiempos prehistóricos, ya que, en sus tierras se encontraron restos humanos y de cerámica datados de más de 11.000 años de antigüedad. Por los restos arqueológicos encontrados se ha podido determinar las actividades de los remotos habitantes de esta zona. Los primeros hombres que habitaron el territorio eran cazadores recolectores, ya que vivían en una región donde era posible cazar para su alimentación, animales como el venado, el borugo, el conejo, el curí y el guatín y que otra fuente de alimento era la pesca, gracias a la riqueza hídrica del lugar.
A propósito de la Hacienda Tequendama, lugar donde se realizaron los estudios, fue originariamente propiedad del Convento de las monjas de la Concepción, en el año 1660, la mantuvieron bajo su propiedad hasta 1765 momento en que la vendieron. Luego paso por varios compradores hasta que finalmente se remató al «Real Colegio Seminario de esta corte, en la cantidad de 10.100 patacones”. (Pardo, p: 151). Hoy en día es de carácter privado. Sigue leyendo