Una receta rescatada para hacer salchichón de cabeza de cerdo

Carlos AzcoytiaEsta interesante receta está rescatada de una carta al director del ‘Semanario de agricultura y artes dirigido a los párrocos’ de fecha 8 de diciembre de 1803, importante para conocer la forma de aliñar los fiambres, así como la conservación de los alimentos cárnicos embutidos.

Más parece que se refiere a un tipo de mortadela a la española y cuya fórmula era la siguiente: Sigue leyendo

Historia de la tortilla de patatas o española, un análisis sociológico sobre la alimentación a finales del siglo XVIII

Carlos AzcoytiaLeyendo el ‘Semanario de Agricultura y Artes dirigido a los párrocos’ núm. 85, de fecha 16 de agosto de 1798, encontré una noticia como mínimo curiosa y que bien podría ser un hallazgo del que tengo constancia que otros han sabido explotar convenientemente antes que yo, no pretendo ser descubridor de nada, sobre todo porque mi línea es la de la investigación gastronómica social, muy alejada ya de los tópicos o de la miopía de lo micro que nos puede mostrar una perspectiva deformada de la verdadera historia de la alimentación. Pues bien, bajo el título ‘Carta sobre el pan de patatas’, que desarrollaré más adelante, una vez que sepamos qué valor y uso tenía la patata en España a finales del siglo XVIII, intentaré mostrar un invento simple y cotidiano que se basa en la libertad del pensamiento, precursor de la ideas liberales que nos llevaron a la gran revolución científica en la que hoy nos apoyamos.

No existen dudas de que la patata era conocida en España desde la conquista de los pueblos que habitaban los Andes, en concreto su primer encuentro con el tubérculo se produjo en el valle de Grita, en la provincia de Vélez, en la actual Colombia, en el año 1537, por el conquistador Pedro Cieza de León, siendo desde entonces citada por múltiples autores que incitaban a su consumo en la metrópolis sin poder conseguirlo, pese a ser alimento de los nativos americanos y base alimenticia de los mineros del Potosí, eso sí, siendo un alimento de clase, algo que chocó frontalmente con la dignidad de aquellos desheredados de la metrópolis que la rechazaron por ser tenida como comida para cerdos. Sigue leyendo

Alcachofa: Breve Monografía Gastronómico-cultural (1)

ainartComer verduras de temporada es más complicado que antes (más que nada porque antaño no había otra posibilidad para la gran mayoría de la población. Y porque la definición de “temporada” se ha vuelto muy elástica, gracias a invernaderos y demás técnicas de forzamiento hortícola).

Sin embargo, aún hay hortalizas que se resisten a los tiempos modernos, como las alcachofas (Cynara cardunculus L. var scolymus (L.) Fiori), que prácticamente sólo se encuentran en su momento—y ¡qué momento! Desde las frescuras otoño-invernales, y alargándose hasta cuaresma y más allá, son los días de alcachofas a la plancha, alcachofas a la cazuela con jamón, alcachofas rellenas, fritelle di carciofi, pasta con alcachofas, pizza con alcachofas (riquísima la combinación con gorgonzola)…

Pero, ¿de dónde sale la alcachofa? Que es vegetal, por cierto, relativamente poco conocido allende el área de influencia mediterránea: parece ser que los ingleses las miran con recelo, y tampoco gozan de gran popularidad en América.

Bien. Sus orígenes son confusos, y no tenemos claro del todo cuándo aparecen en nuestros campos y cazuelas: ¿en tiempos romanos? ¿En tiempos de dominio islámico en el Mediterráneo? ¿En el s. XV? Hay opiniones para todos los gustos, si bien algunas tienen más fundamento, y otras, menos. Sigue leyendo

Adolf Hitler, un vegetariano

Miguel KrebsPoco se sabe sobre las preferencias gastronómicas de Adolfo Hitler, que según muchos de sus biógrafos e historiadores, lo consideraron vegetariano estricto. Lo que no ha quedado claro, cuáles fueron las razones que lo han llevado a seguir la dieta verde y rechazar los productos cárnicos. El Führer no se inclinó hacia las pastas, verduras y pasteles por excéntrico o amante y defensor de los animales.

Antes de asumir como canciller de Alemania en 1933, solía comer preferentemente albóndigas de hígado, pichón de paloma en sus diferentes preparaciones y salchichas de Baviera, pero con el tiempo fue disminuyendo la ingesta de estos platos hasta llegar a adoptar una dieta vegetariana, razón por la cual no se puede decir que haya sido un vegetariano ortodoxo. Hay dos posibles razones, que según los expertos, lo han llevado por el camino verde; el suicidio de su sobrina Geli y el hecho de que Hitler tuviera serios problemas digestivos. Sigue leyendo

Historia de la fruta en la Baja Edad Media en Sevilla

Carlos AzcoytiaOtros de los capítulos que considero básicos para saber que se comía en España, en concreto en Sevilla justo antes del descubrimiento de América, es el capítulo XIII del libro ‘Sevilla medicina’ escrito por Juan de Aviñón en 1418 y que debe de leer desde el comienzo de esta serie de trabajos de investigación para tener una idea global y que comienza en La historia de la alimentación en la Baja Edad Media en Sevilla, sin ello podrá tener una idea cercenada del conjunto gastronómico aplicable a todo el territorio nacional.

Las frutas que se comían en la ciudad eran las siguientes: Higos, uvas, agraz, pasas, moras, ciruelas, cerezas, guindas, albaricoques, duraznos, manzanas, peras, granadas, membrillos, bellotas, castañas, aceitunas, azufaifos, cidra, dátiles, almendras, nueces, avellanas, alfócigos, piñones, naranjas, limones y limas, como podemos comprobar las mesas estaban bien surtidas con respecto a los postres y que se tratará individualmente a continuación.

Este estudio de investigación tiene otro en paralelo en donde mi compañera Aina S. Erice hace un estudio pormenorizado del mismo trabajo desde la perspectiva de la biología y la agronomía y que puede leer aquí.

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