Hace años, cuando viajé junto con mi padre por primera vez a la provincia de Veracruz pude disfrutar de un rico café en las diversas ciudades que visitamos. Entonces vivíamos en Ciudad Juárez, Chihuahua, y mi madre me solía decir que extrañaba el café de Huatusco, que allí vivían sus familiares veracruzanos que habían heredado la hacienda cafetalera de la cuarta esposa de mi bisabuelo Guillaumin. Recuerdo que Alvarado, Cosamaloapan y el Puerto de Veracruz fueron tres de los lugares visitados en ese lindo paseo del verano de 1977. En los tres sitios probé el café, pero el que me fascinó fue el café lechero del Gran Café de La Parroquia porque me encantó ver cómo lo preparaban y lo servían. Sigue leyendo
Archivo de la categoría: Historia de las bebidas
El pulque en Tacubaya durante la época colonial
Escrito originalmente el 8 de junio de 2004
Reeditado el 29 de diciembre de 2012
Los antiguos mexicanos tenían a Mayahuel como la divinidad del pulque, éste tuvo una gran importancia en la vida de los indígenas del centro de México “pues fungió como bebida ritual y como ofrenda ceremonial para los dioses”. El pulque se consumía en festividades y banquetes, aunque las borracheras estaban sumamente penadas fuera de ese contexto, baste recordar tan sólo la leyenda de Quetzalcóatl y su embriaguez vergonzante que le obligó a huir de Tula. Sigue leyendo
Historia del champán o cava en España
Este trabajo mes una actualización de otro de fecha julio de 2008
Debieron pasar más de ciento cincuenta años desde su invención por el monje Perignon en el año 1688 para que el champán fuera un vino ‘casi’ aceptado en España, pese a la fama que ya había adquirido en toda Europa, en especial en Francia y Reino Unido. Baste con hacer referencia a la primera vez que se tiene constancia de su consumo en la Corte española en el año 1818, siendo rey Fernando VII, en el que se suministran tan sólo cuatro botellas con ocasión de la celebración del Jueves Santo, de las cuales no se sabe marca ni procedencia pero sí el precio que costó cada una de ellas y que fue de 48 reales. El encargo fue hecho por Antonio Miranda, Jefe del Ramillete del Rey, y se le adeudó a Josef Pascual Cavañas, según consta en el Archivo del Palacio Real, caja 92. Hay que decir que el pedido constaba de 160 botellas de distintos vinos, incluidas 6 botellas de ‘cerbeza’ (sic) a 10 reales la unidad. Desde ese momento no vuelven a encargar más vinos espumosos en la Casa Real hasta el reinado de Amadeo I de Saboya, por lo que puede deducirse que no gustó a los paladares de los Borbones ni de los nobles. Sigue leyendo
Modo de hacer horchata a mediados del siglo XIX
Leyendo el libro titulado ‘Almacén de recetas escogidas y probadas ó sea Tratado de jarabes, aguas destiladas, licores por destilación, vinos por imitación y helados’, en su segunda edición, fechada en 1840, libro anónimo e impreso por Francisco Vallés, cuya razón social estuvo en la calle del Pino de Barcelona, encontré la fórmula que había para hacer horchatas y donde, como siempre y para aquellos que defienden lo indefendible porque ni se molestan en investigar, ni habla de la hecha con chufas, algo que ya evidenciaba en mi trabajo monográfico que puede leer en ‘Historia de la chufa, la juncia, la horchata y las hemorroides del rey Jaime II de Aragón’, porque la hecha con chufas es un producto de venta y comercialización muy posterior en el tiempo y que, salvo tímidos intentos, no progresó hasta hace algo menos de un siglo. Sigue leyendo
La oscura historia de Coca-cola y Fanta
Coca Cola, la bebida patriótica norteamericana, sinónimo de la lucha contra los enemigos de la libertad y la democracia, símbolo del imperialismo yanqui, estuvo estrechamente vinculada con el régimen nazi antes y durante la Segunda Guerra Mundial, porque por encima de toda ideología, lo que prevaleció fue el dinero. Y Alemania, como toda Europa, era campo fértil para expandir esa bebida oscura y efervescente, que necesariamente había que beberla fría, de lo contrario se transformaba en un desagradable y empalagoso jarabe.
El director de la Coca Cola Company, Robert Woodruff, le había concedido en 1929 una franquicia como embotellador de Coca Cola en Alemania a su compatriota Ray Powers, quien a su vez puso en marcha toda la estrategia logística y publicitaria para posicionar este producto absolutamente desconocido para los alemanes, bebedores de cerveza y agua. Sigue leyendo