Historia de las frutas en la Baja Edad Media en Sevilla: Comentario botánico-cultural

ainaartiJuan de Aviñón podía ser un (¿buen?) galeno, pero no era científico—más que nada, porque tal concepto ni siquiera se había inventado por aquel entonces.

Por ello, como invitada de Carlos a comentar los pasajes relacionados con los vegetales, mi intención es arrojar un poco de luz sobre lo que nos dice la ciencia (y la historia de la ciencia y la medicina) respecto a las frutas comentadas por Juan de Aviñón en su libro.

Los números coinciden con los del primer trabajo y que ponemos de forma independiente para no hacer más farragosa la interpretación del primer texto.

Las fuentes generales que me han servido para más de una fruta están listadas al final del artículo; las fuentes específicas relativas a cada vegetal, colocadas al final del espacio dedicado a cada fruto concreto.

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La historia de la alimentación en la Baja Edad Media en Sevilla, capítulo I

Carlos AzcoytiaExiste un libro que por ser poco conocido, algo que nunca he llegado a comprender, merece un estudio en profundidad ya que nos muestra un momento histórico excepcional en el terreno de la alimentación en España, años antes de la llegada de los españoles a las tierras americanas, donde podemos conocer los alimentos que se comían y la relación que tenían con la salud de la población, cuestión esta importante para llegar a comprender la influencia de estos como elementos químicos, dependiendo del tipo de persona, que sirvieron para la sanidad. Si a eso le sumamos que se circunscribe a un área reducida y puntual, la ciudad de Sevilla, nos puede ayudar a comprender un poco mejor el triunfo o no de los productos americanos en el continente europeo, ya que dicha ciudad fue el epicentro del comercio, de la exportación e importación de todo tipo de mercancías y donde se estudiaban los vegetales desconocidos que llegaban desde Las Indias Occidentales.

El libro en cuestión lleva el largo título, entonces era así, de ‘Sevilla medicina. Que trata el modo conservativo y curativo de los que habitan en la muy insigne ciudad de Sevilla, la cual sirve y aprovecha para cualquier otro lugar de estos reinos’, obra escrita entre los años 1418 y 19 y que permaneció inédita hasta el año 1545 que la publicó a sus expensas el muy notable médico Nicolás de Monardes Alfaro, al que hago muchas referencias cuando trato de los alimentos traídos de América, ya que fue el que se dedicó a estudiarlos y aclimatarlos en su huerto que estaba situado en plena calle Sierpes, en el corazón de la ciudad, y del que en su momento utilicé en un experimento en el que demostraba la fragilidad de la información que existe en Internet donde el copiar unos de otros puede hacer que se de cómo ciertas las informaciones erróneas o sesgadas, que de todo hay, llegando a tanto qué hasta los cicerones que enseñan su tumba en un convento de Sevilla la dan por verdadera, refiriéndome en este caso concreto a la historia del tomate, donde explico toda una trama que demuestra lo que digo, algo que sentó mal a los mismos copistas (que jamás hacen referencia de las fuentes y así les va) y a otros rebuznantes que no ven más allá de unos milímetros de sus cortas entendederas y que llegaron a confundir un experimento con una burla, allá ellos. Sigue leyendo

Historia de los alimentos que llevaron los europeos a América

NOTA: es importante leer previamente nuestro trabajo que está en http://www.historiacocina.com/es/historia-de-la-alimentacion-de-los-indios-en-las-colonias-americanas-espanolas#more-8800

Carlos AzcoytiaSe podría tomar como mal expresado el título de este trabajo que más debería llamarse ‘Historia de los alimentos que aportaron los españoles a la gastronomía americana’, porque casi todos, por no decir todos, los nuevos alimentos se llevaron desde España, cambiando toda una cultura e integrándose, con mayor o menor fortuna, en la cocina que hoy llamamos tradicional de dicho continente y que a lo sumo, en el mejor de los casos, no tienen ni cuatrocientos años entre la población nativa, no así entre los ascendientes de los colonizadores.

Cuando comencé este trabajo era consciente de la posible polémica que podría suscitar al tocar un tema del que casi todos pasan de puntillas, porque mucho se habla de los productos americanos que se integraron en las cocinas europeas y mundiales, de hecho tuve el encargo de una prestigiosa revista de gastronomía, allá por el año 2008, en su primer número y para su Editorial, que trataba sobre este tema, pero, salvo trabajos especializados, poco se sabe a rasgos generales de todo el aporte gastronómico español, muy importante por cierto, en todo el continente americano. Sigue leyendo

Historia de los métodos artificiales para criar a los niños en España a finales del siglo XVIII

 

Carlos AzcoytiaLeyendo un libro editado en 1795, cuyo autor fue Josef Iberti, Médico de Cámara Honorario de la Casa Real, e impreso en Madrid por la Imprenta Real, creí necesario para cerrar el monográfico dedicado a la alimentación infantil, al pie de este escrito podrá ir a otros trabajos relacionados, comentar dicho libro y así tener una visión amplia de las gracias y desgracias por las que tuvieron que pasar nuestros antepasados desde su más tierna infancia, porque soy de la opinión que no todo tiempo pasado fue mejor.

Si resulta interesante este libro es por la forma como Iberti aborda y desarrolla la alimentación infantil, algo que me dejó bastante sorprendido y que podrá comprobar si sigue leyendo el presente trabajo.

En primer lugar aconseja que si una madre no puede dar el pecho a su hijo, por las circunstancias que fueren, debe de recurrir, antes de hacerlo a un ama de cría escogida sin mucho examen, a alimentos artificiales, ya que vio, en sus viajes por Europa, como en Inglaterra lo hacían así, sin especificar los componentes que se utilizaban, por el contrario en Italia contaba que lo hacían con leche de cabra y ovejas en sus dos primeros meses, para después pasar a darles una papilla muy desleída de pan bien fermentado y hervido en agua con manteca de vaca, aceite o caldo de carne por cinco o seis meses hasta que podían ir comiendo otras cosas. Sigue leyendo

Historia de los alimentos, la alimentación y la gastronomía en el antiguo Egipto

Carlos AzcoytiaEl Nilo.

Siempre que abordo un tema tan amplio y complejo, como es el presente, en mi cabeza comienzan a surgir dudas sobre la veracidad de mis investigaciones en el sentido absoluto, aunque no en el relativo, porque existen multitud de variables que podrían llevar a errores de bulto o dar a conocer detalles sesgados que podrían desfigurar por completo todo el trabajo.

Entre los factores a tener en cuenta deben de estar el tiempo (3.000 años de dicha civilización) lo que hace pensar que no pudieron disponer los egipcios de los mismos alimentos al comienzo de su historia como pueblo, que en las postrimerías de su imperio y las razones son evidentes ya que la importación de recursos, materias, nuevos tipos de cultivos y tecnología debieron de ir creciendo al mismo ritmo que se acrecentaba el poder político y militar en su zona de influencia.

Otro de los factores estaría íntimamente ligado al desarrollo de dicho pueblo a todos los niveles: religiosos, políticos y sociales internos, que ciertamente los hubo porque en Egipto hasta está documentada la primera huelga de la clase trabajadora de la historia, cómo los externos que de alguna forma debieron forzar las necesidades de la población. Sigue leyendo