El presente estudio es una actualización de otro anterior del año 2004
Si tuviera que decidir sobre el aperitivo más humilde no dudaría en optar por los altramuces o como vulgarmente se llaman en Andalucía y Canarias, chochos. Esta leguminosa, que se pone en pequeños platillos como acompañante gratuito de los vinos o la cerveza en muchos bares de Sevilla, tiene una historia oculta y no conocida por la inmensa mayoría de los gastrónomos, lo cual es un gran reto y también un tributo al único alimento que tuvieron muchos españoles tras la Guerra Civil, o como dice el cantautor y poeta Luis Eduardo Aute, la guerra más incivil, que padeció medio país como castigo por ser perdedores y defensores de algo que hoy pocos políticos conocen y que gracias a ella medran y viven y que es la democracia. Sigue leyendo