A modo de prólogo y superposición con los problemas actuales de España y la crisis económica.
Hoy, finales de julio de 2012, leer al conde de Rumford necesariamente nos lleva a reflexionar sobre la política económica que se vive en España en la actualidad, porque mirar el pasado es válido para comprender errores y aciertos del presente si se sabe leer entre líneas y se encaja, dentro del puzle internacional, todos y cada uno de los actos que, a toro pasado, nos pueden parecer lógicos sus desenlaces, sin detenernos muchas veces en extrapolar los datos y no siendo conscientes que los problemas sociales siempre fueron los mismos, en su forma más básica, desde que los humanos decidieron formar los estados.
El gran cambio político, económico y social de la Era Moderna parte, según la mayoría, en el momento que el pueblo francés decidió su futuro con la toma de la Bastilla, una aventura sin retorno cuyas consecuencias fueron imprevisibles en aquellos primeros momentos, cuando el pueblo pasaba hambre porque hasta le faltaba lo básico, el pan.
Desde ese momento, y durante dos siglos, hasta hoy, aún tiemblan las tierras con los ecos de aquel terremoto a modo de réplicas y dónde, como bucles, las mafias de políticos se alternan en el poder de forma absolutista, abusando y robando a todos aquellos que en teoría los pusieron ahí y que debían defender y mirar por sus intereses. Sigue leyendo