Los gremios o uniones de profesionales se crearon o se cimentaron en la Edad Media para defender los intereses de aquellos trabajadores que tenían intereses comunes y se puede decir que fueron el germen de los modernos sindicatos y colegios profesionales, cuidando de esa forma la pureza de las especialidades, artesanas casi todas, tanto ante los poderosos como para defenderse del intrusismo, creando leyes internas que regulaban el ejercicio de la profesión y, con la unión, evitar la competencia desleal tanto de forma interna de la misma agrupación como externa. Sigue leyendo
Un reglamento inútil: el de la Corporación de Confiteros de Madrid de 1871
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