La historia está llena de banquetes y comilonas, unas importantes y otros menos, pero todos nos muestran el poder que tenía el que lo organizaba y también los recursos con los que se contaban o la forma de presentar los alimentos.
En el caso que nos ocupa es un hallazgo casual con el que topé cuando buscaba información sobre los sorbetes de café, que serviría para ampliar el monográfico que estoy elaborando sobre la historia del café (ver links a los capítulo que hay publicados hasta hoy al pie de este trabajo) y que rescata para la historia de la gastronomía el que le ofreció a Napoleón, en el Cairo, el jeque Sadat, el 22 de diciembre del año VII francés (1798) con motivo de la fiesta de Segdat-Seimab (mujer santa de la familia de Alí, yerno de Mahoma). Sigue leyendo