El presente trabajo fue publicado en el año 1994 en el portal del mi anterior editorial de libros y de cuyo nombre no quiero acordarme, la segunda ampliación y corrección se hizo el 14 de marzo de 2013 y esta se hace para satisfacer a la persona a la que dedico lo que va a leer
A mi amiga Anna Tonna, mezzo soprano estadounidense, que sorprenderá a todos en 2014 con un homenaje a Rossini y España
El compositor Wolgang Amadeus Mozart muerto a los 35 años, el poeta alemán Friedrich Leopold von Hardenberg «Novalis» muerto a los 29 años, los también poetas británicos, John Kyats muerto a los 26 años y Percy Séller muerto a los 29 años, el pintor Theodore Gericault fallecido a los 33 años, Lord Byron a los 36 años, el compositor Franz Schubert muerto a los 31 años, el compositor Vincenzo Bellini muerto a 34 años, el escritor español Mariano José de Larra que se suicidó poco antes de cumplir los 29 años, el poeta ruso Mijaíl Lermotov que murió tras un duelo absurdo a los 27 años, el poeta español José de Espronceda fallecido a los 34 años, los músicos Felix Mendelsson que murió a los 38 años y Federico Chopin a los 39 años.
Se estará preguntando: ¿a qué viene esa larga lista macabra y surtida de grandes hombres?, ¿qué interrelación tenían entre sí? Como habrá observado, por poco perspicaz que sea o lo distraído que pueda estar mirando la televisión de reojo, todos murieron jóvenes, pero existen más coincidencias, todos fallecieron antes de la primera mitad del siglo XIX y para colmo todos fueron niños prodigio.
Cabría preguntase si esa precocidad en la producción intelectual fue la causante de la combustión rápida de sus vidas, en la que sus naturalezas, conscientes de una vejez llena de apatía e impotencia creadora, cerraba el ciclo vital para convertirlos en flor de otoño. Lo cierto es que llegando a una madurez, donde tenían el dinero y el prestigio, sus vidas se apagan, ya sea por enfermedad, sobre todo tuberculosis, o por accidentes más o menos provocados. Sigue leyendo