Cuando exponemos nuestros trabajos queremos llegar más allá de lo que es ser testigos de la historia, nuestra idea es la de facilitar pistas y ayudar a aquellos que quieren volver a una gastronomía ecológica que se pierde un poco más cada día.
Siempre que se habla de la gastronomía italiana actual creo que se magnifica hasta un grado superlativo porque, sin ánimos de menospreciar, la historia moderna de ese país, en lo referente a la alimentación, es una herencia de hambre y desolación, me refiero desde el siglo XVII hasta bien entrado el XX, donde el pueblo iba de hambruna en hambruna y así surgieron las pizzas o las pastas, una muy humilde comida de los barrios obreros, que a decir verdad tenían más suerte que los habitantes rurales del interior del país y para muestra remito a mi trabajo referente a la historia del maíz y el Conde de Rumford, por poner un ejemplo, que hay mucha información en nuestro sitio si lo busca, claro está que paso por alto los excesos de Venecia y otras grandes capitales, lo que no es representativo cuando se habla de la historia de la gastronomía, porque la historia la hace el pueblo y no las élites y así nos encontramos con ‘informantes’ que se confunden tanto que hasta me recuerdan a cierta Miss que dijo que Confucio fue un chino japonés que inventó la ‘Confución’. Sigue leyendo