Sólo la revolución puede sanar el cáncer que padece esta democracia que agoniza, la ciudadanía debe de tomar la bandera de lo que los políticos y sindicatos están matando.
El presente trabajo es continuación de otro matriz, base para comprender mejor la forma de cómo se hacían a finales del siglo XVII los anises, aguardientes y licores, titulado ‘Modo de fabricar aguardientes y licores a finales del siglo XVII’ y que puede leer..
Comprendemos bajo un mismo artículo estos dos licores, el de claveles y el hecho con café que debe de ser una delicia probarlos, siendo estas sus fórmulas.
Aceite de claveles.
Para la destilación se hace uso solamente de claveles encarnados obscuros que tengan olor de clavo: a las flores se las quitan sus pistilos, y doce libras de ellas se ponen en una vasija de barro con cuatro azumbres y media de aguardiente refinado. La vasija se tapa con exactitud y se dejan en infusión las flores por espacio de un mes. Entonces se pasa el licor por un tamiz, y lo que quede sobre él se pone en una cucúrbita con dos azumbres o poco mas de agua de fuente, y puesta al fuego en baño maría, se destila hasta el grado del agua hirviendo: este producto se mezcla con la tintura espirituosa, echándole al mismo tiempo media onza de canela. Un mes después de esta operación se pasará a componer el aceite. Para lo cual se harán clarificar y poner en punto tostado 21 libras de azúcar, y se expondrá el jarabe al aire libre por espacio de cinco o seis días, después se deslié en un azumbre de agua destilada de clavel aromatizada con clavo, y se le mezcla la tintura espirituosa; se remueve fuertemente la mezcla, se pone en botellas grandes, se le deja reposar por espacio de quince días, y se le filtra y aclara por el método ya prescrito. Sigue leyendo