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GASTRONOMÍA EN LA SEMANA SANTA DE CREVILLENT Crevillent es una localidad alicantina de la comarca del Baix Vinalopó donde la Semana Santa cuenta con un gran arraigo popular, repleta de una serie de ritos, costumbres y tradiciones que la han hecho merecedora del reconocimiento oficial como fiesta de “Interés Turístico Nacional”, distinción que le fue concedida en 1.992 Por citar alguno de esos ritos, costumbres y tradiciones, no se puede hablar de la Semana Santa de Crevillent sin comentar su carácter “autóctono”, carente de importaciones de las formas de hacer de otras partes de España. También nos encontramos con una Celebración “cronológica”, cuidando los detalles para conmemorarlos tal y como fueron sucediendo según nos cuentan los Evangelios. Y por supuesto, estamos hablando de una Semana Santa “familiar”, no en vano, fueron las distintas familias quienes se unieron para adquirir los grupos escultóricos con los que quedaron configuradas las procesiones tal y como han llegado hasta nuestros días. Tampoco se puede pasar por alto la mención a la masiva participación del pueblo desarrollando una de las facetas más características de Crevillent; el “canto coral” que convierten las calles de la población durante las procesiones en un magnífico concierto de polifonía religiosa al aire libre. En cuanto a la imaginería, decir Semana Santa de Crevillent es lo mismo que hablar de Mariano Benlliure pues, este artista valenciano realizó un total de ocho obras religiosas para esta localidad, consiguiendo con el tiempo, convertirse en una de las señas de identidad. Como no podía ser de otro modo, una Celebración tan arraigada y con una altísima participación de los crevillentinos, también es poseedora de una riqueza gastronómica muy peculiar y en algunos casos única.
Sin lugar a dudas, la particularidad gastronómica por excelencia de la Semana Santa en Crevillent la constituye el tradicional almuerzo del “Pa Torrat” que tiene lugar en la mañana de Viernes Santo. El origen de este particular almuerzo viene fechado en la segunda mitad del siglo XIX ante la necesidad que se les presenta a las cofradías de ofrecer a los costaleros de sus pasos con un almuerzo con el que reponer fuerzas durante la mañana de Viernes Santo puesto que desde las cinco de la mañana, se vienen sucediendo las procesiones. Una costumbre que ha perdurado en el tiempo por lo que actualmente, las treinta cofradías que integran la Federación, ofrecen a sus cofrades y visitantes este peculiar almuerzo cuyos ingredientes respetan la abstinencia de comer carne durante esa jornada. Como su nombre indica, el principal ingrediente del almuerzo lo constituye el “Pa torrat”; pan tostado al horno con aceite y sal, acompañado con ajos y bacalao también asados al horno, completándose con productos de la huerta como lechuga, tomate, rábanos, habas tiernas… Todo ello, regado con vino de los cosecheros crevillentinos puesto que Crevillent ha sido, hasta la primera mitad del pasado siglo XX, un gran productor de vino. Con el paso del tiempo, estos ingredientes se han visto complementados con las distintas variedades de “Coca Crevillentina”, especialmente la “Coca de Boquerón”, elaborada a base de una masa de harina y aceite, rellena de boquerón frito con cebolla y algo de tomate.De entre las distintas variedades de “Coca Crevillentina”, las más extendidas y requeridas por los crevillentinos durante estos días de Semana Santa son las “Rellenas” de huevo, atún y tomate, bien sea con la masa de pasta de harina o de hojaldre; la de “Miguitas”, elaborada con migas de harina, aceite y sal con el añadido de trozos de sardina seca. Otra variedad muy apreciada es la “Coca de Verduras” que se diferencia de las anteriores especialidades por estar elaborada con una única capa de masa que sirve como base para los trozos de tomate, cebolla, pimiento, berenjena… Con todo ello, se puede afirmar que el “Almuerzo del Pa torrat” es el plato estrella de la gastronomía crevillentina durante la Semana Santa, llegando incluso a exportarlo a otras poblaciones cercanas, generando un enorme trabajo extraordinario a todos los hornos existentes en Crevillent que tienen que reforzar sus operarios para atender las demandas de todas las cofradías y particulares. Pero al margen de este típico almuerzo, el arroz también ofrece a quien visita Crevillent durante la Semana Santa unas variedades características de la población; siempre, respetando la abstinencia de comer carne. Así nos encontramos con el “Arroz y bacalao” cuyo ingrediente esencial, como su nombre indica, es el bacalao, con una preparación muy similar a la de la típica paella valenciana.
Otra variedad cuaresmal es el “Arroz con verduras”, elaborado con todo tipo de verduras como cebolla, judías verdes, pimiento, alcarchofas…Esta especialidad tiene una gran demanda durante toda la Cuaresma. Siguiendo con variedades de arroces, nos encontramos también con el “Arroz caldoso” que no tiene que ver nada con la paella valenciana sino que se trata de un guiso que se prepara con todo tipo de legumbres como la lenteja, alubia, acompañado de verduras de entre las que destaca el “nabo” del terreno. Dejando a un lado lo que serían los platos fueres o centrales de las comidas, también se nos presentan en Crevillent algunas peculiaridades en lo que se denominan “entrantes” como puede ser la “Ensalada de capellanes” a base de bacalao secos tostados; el “Picaillo”, sofrito de ñora seca con migas de bacalao y aceite. Y después de una buena comida cuaresmal con cualquiera de las variedades expuestas, no puede faltar un buen postre del lugar como puede ser el “Pan de higo”, realizado artesanalmente a base de higos secos, almendra y harina; todo ello prensado, acompañado de una buena infusión preparada con plantas aromáticas de la Sierra de Crevillent como el tomillo, cantueso, rabet de gat, anís estrellat…Evidentemente, con el tiempo se han ido incorporando algunas especialidades de repostería muy extendidas por toda la provincia como son las “Toñas”, “Monas de pascua”… que no han hecho más que enriquecer y completar las variedades autóctonas de Crevillent en estas fechas. Pero como comprenderán, lo que se escribe sobre el papel es muy sufrido, lo más interesante es que visiten Crevillent durante la Semana Santa y comprueben por Uds. mismos cuanto aquí se ha reflejado, con toda seguridad que quedarán satisfechos. Francisco Polo Candela
La tradición del “Pa Torrat” de Crevillent, viene desde el siglo XIX, ya que en Crevillent el Viernes Santo es el día más importante de la Semana Santa Crevillentina, jornada que comienza desde la madrugada del Jueves al Viernes hasta la noche de Viernes Santo, por este motivo surgió la necesidad de obsequiar a los costaleros de los pasos con un almuerzo para que pudieran reponer fuerzas entre las dos primeras procesiones de la mañana, así surgió el “Pa Torrat”, pan tostado al horno con abundante aceite y sal), los ajos y bacalao, también asados al horno, acompañados de habas tiernas (hay que recordar que es un día de abstinencia). A principios del siglo XX, se añaden otra serie de elementos a este almuerzo como es la coca crevillentina, siendo la genuina de Crevillent la coca de boquerón, pero también acompañados por de coca de verduras, de sardinas, de huevo y tomate.. Este almuerzo se ha convertido en el tiempo en uno de los elementos característicos de la semana santa crevillentina. Este almuerzo se ha realizado siempre la mañana de Viernes Santo, pero en los últimos años con la incorporación de nuevas cofradías también se realiza Jueves Santo y Sábado Santo, ya que es un obsequio que realizan las cofradías a sus cofrades . Junto al “Pa Torrat”, hay otro elemento gastronómico de la Semana Santa , como son las Toñas, que es una especie de gran bollo redondo con azúcar por encima, que se suele tomar con chocolate caliente, que se suele tomar en la tarde del Miércoles Santo y en la madrugada del Viernes Santo. En este año 2011, la Federación de Cofradías y Hermandades de Semana Santa de Crevillent ha organizado unas Jornadas Gastronómicas Cuaresmales donde cada Viernes de Cuaresma se ha degustado un menú Cuaresmal.
COCA DE BOQUERÓN
Periodo de caducidad: 2 días (sin conservantes, ni colorantes y sin aditivos) COCA DE VERDURAS
Periodo de caducidad: 2 días (sin conservantes, ni colorantes y sin aditivos)
COCA DE ATÚN Y HUEVO
Periodo de caducidad: 2 días (sin conservantes, ni colorantes y sin aditivos)
Sergio Lledó Para saber más visite su sitio en www.semanasantacrevillent.com
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