Cuando hice la biografía de este magnífico restaurador allá por el año 2006, que fue cuando tuve un agradable almuerzo de negocios en su restaurante Nodo, no podía imaginar que con el tiempo se podría convertir, aunque fugazmente, en un personaje de la televisión encarnando un papel que, más a la corta que a la larga, haría flaco favor a su profesión porque pondría al descubierto las miserias y los puntos flacos de una serie de fracasados cocineros-empresarios.
Lo que más raro se me hace en la actualidad es la inoportunidad del momento escogido, porque Chicote se supone que hace el papel de salvador de negocios de hostelería fracasados cuando su restaurante insignia, Nodo, cierra sus puertas, toda una contradicción donde el salvador necesita ser salvado.
En el año 2006 escribí lo que a continuación podrá leer:
Hace poco tiempo tuve la ocasión de conocer a Alberto Chicote en un almuerzo entre amigos en el restaurante NODO de Madrid, de la que es Jefe de Cocina, me sorprendió su simpatía, entrega y las atenciones personales que tuvo con nosotros, También es cierto de su amistad personal con mi compañero de revista y casi hermano Sergio Fernández Guerrero que en esos momentos era uno de los comensales.
No sabría como comenzar este artículo, si haciendo una referencia a su cocina o intentar contar su larga trayectoria como profesional, pese a su juventud, porque ambas confluyen coherentemente para formar una cocina fusión con características muy marcadas que la hacen inconfundible.
Alberto Chicote nace hace en Madrid en 1970, a los 17 años ingresa en la Escuela de Hostelería de la Casa de Campo en Madrid donde descubre su vocación que curiosamente es tras hacer su primera comida, unos espaguetis a la carborara, o como muy bien el dice: «La pasta fue culpable, en cierto modo, de que me fascinara la gastronomía, pues al cocinarla me di cuenta de las posibilidades que me abría un campo que desconocía totalmente«.
Sus estudios en la escuela de Hostelería los alternaba con trabajos en restaurantes tales como Lúculo con Ángel García, en Sibaris con Toñi Vicente o La Recoleta con Belén Laguía. Más tarde marcha a Suiza donde aprendió ‘organización, higiene y limpieza’ en la restauración.
A su vuelta a España trabaja en la Taberna de Liria con Miguel López para más tarde hacerlo con Salvador Gallego, del cual dirá: «Es el que mejor me ha transmitido su cocina. Y, especialmente, me enamora como trabaja las aves«.
Tras su servicio militar, que entonces era obligatorio, dirige durante cuatro años el restaurante El Cenachero dejando éste para tomar las riendas del restaurante en el que actualmente es Jefe de Cocina.
Su cocina está básicamente basada en la fusión de las mediterránea y japonesa que sabe conjugar con maestría, llegando a sorprender con algún que otro potaje muy oportunamente entremetido en el menú, son sabores de la tierra sin enmascarar, trabajado todo con productos de primera calidad y con la valentía que da el ser un maestro en esto de la cocina.
El restaurante NODO está ubicado en calle Velázquez, 150 de Madrid.
Ah!, no está permitido fumar, si fuma en la puerta les rogamos no echen las colillas en la maceta.
Hasta ahí fue la pequeña nota dedicada a uno de los mejores cocineros que tenemos, que una cosa es ser un buen profesional y otra hacer el indio en televisión por obtener ‘pasta’, no de la que se come, y notoriedad.
Ahora resulta chocante la coletilla final de que no estaba permitido fumar, cuando ya es obligatorio en todas partes hasta que estos golfos de los políticos que tenemos crean que va en contra de sus intereses, caso del nuevo Casino de Madrid, que aquí se legisla en plan cacique o según el talante de cómo se levanta el político de turno y así nos va.
Bibliografía:
Fotos obtenidas de la web del restaurante, biografía basada en edición de Madrid Fusión, II Cumbre Internacional de Gastronomía.