HISTORIA Y EVOLUCIÓN DE LA ALIMENTACIÓN MILITAR EN EUROPA EN LOS SIGLOS XIX Y XX
(Décima parte)
Artículo de Miguel Krebs
Diciembre 2008
Washington
cruzando el río Delaware
ESTADOS UNIDOS ENTRA EN LA GUERRA Estados Unidos de Norteamérica es probablemente el país que más se ha preocupado en materia de alimentación militar no solo desde el punto de vista de la provisión adecuada de comida para sus tropas, sino en su constante investigación y desarrollo de nuevos alimentos aptos para los distintos cuerpos militares en diferentes situaciones de combate. Esto se hace patente sobre todo a partir de la Segunda Guerra Mundial y se prolonga hasta nuestros días. UN POCO DE HISTORIA
Últimos soldados españoles en Cuba, 1898. El 14 de junio de 1775 el primer Congreso Continental crea el Ejército Continental a las órdenes de George Washington para enfrentar a los británicos que habían incursionado en Massachussets, regulando las raciones y contenido, modalidad que se prolongará más allá de los ocho años que duró la lucha por la independencia. Estas raciones conocidas como Ración de Guarnición (Garrison Ration) se componía de : “Una libra (453, 6 gr.) de carne de vaca o 3/4 libras de cerdo o una libra de pescados por día. Una libra de pan o de harina por día. Tres pintas (2.25 l) de guisantes o de habas por semana o vegetales equivalentes a un dólar por el celemín (4,5 l) para los guisantes o las habas. Una pinta (0.75 l) de leche por hombre por día. ½ pinta de arroz o una pinta de la comida india (alimentos a base de maíz) por hombre por semana. Un cuarto de galón de cerveza spruce, (Cerveza fabricada por la melaza fermentada y otros azúcares con el exudado de una especie de abeto y a veces con la malta.) o de sidra, por hombre por día, o nueve galones de mollasses (melaza) para una compañía de cien hombres”. En 1856, Gail Borden Jr. inventa la leche condensada que sería solicitada en grandes cantidades por el ejército de la Unión durante la guerra de secesión (1861-1865) en la que se enfrentaron los estados del norte con los estados esclavistas del sur. Durante este período de la guerra civil, surgió un producto enlatado a base de carne de cerdo y frijoles producidos por Gilber Van Camp (En la actualidad los productos Van Camp´s pertenecen a ConAgra Foods) que originalmente envasaba frutas y verduras para su propia tienda de comestibles en Indianápolis. Van Camp, que había sido hojalatero y por lo tanto tenía gran experiencia en materia de enlatados, logró un contrato con el ejército de la Unión para abastecer a sus tropas con judías enlatadas. En 1863 el ejército del norte incorporó la patata en la ración de combate en una proporción de 30 libras para cien raciones Hacia finales del siglo XIX cuando comienza el enfrentamiento contra España por la posesión de Cuba, el problema de la alimentación se tornará difícil debido a las grandes distancias que separaban a los EE.UU. de las tropas combatientes en particular, las que peleaban en Filipinas, haciendo muy dificultosa la provisión de alimentos que por otra parte, debido a los bajos estándares de fabricación de las conservas, muchas veces se consumían en mal estado provocando más muertes por intoxicación que por los combates. El problema logístico fue una constante en todos los tiempos razón por la que muchos ejércitos estuvieran mal alimentados a pesar del esfuerzo por mejorar sus raciones. En 1902 el ejército estableció la primera escuela de cocineros militares y en el mismo año, la marina publicó un manual con 100 recetas de cocina. Dado el avance en los estudios sobre nutrición hacia principios del siglo XX, las raciones incorporaron proteínas, grasas e hidratos de carbono para llegar a 4000 kilocalorías diarias durante la Primera Guerra Mundial en la que sin embargo, había una ausencia de vitaminas por falta de verduras frescas y frutas. Pero a pesar de la imagen pacifista y de neutralidad que proyectó Estados Unidos años más tarde, lo cierto es que siguió preparándose para la guerra porque su expansión económica se había extendido por todo el mundo y sus inversiones corrían serio peligro ante el avance del nacionalsocialismo, el fascismo italiano, el comunismo de la Unión Soviética y el expansionismo japonés sobre Indochina. En 1936 se inauguró un centro de investigación y desarrollo (Quartermaster Subsistence Research and Development Laboratory) para dotar a las fuerzas armadas de los alimentos necesarios en guarniciones y combates, que a lo largo de la Segunda Guerra Mundial sufrirán permanentes modificaciones para adaptarse a las distintas circunstancias que la experiencia permitió recoger a lo largo del conflicto. En los primeros cinco años el laboratorio diseñó las raciones C, D y modificó las raciones A y B siendo la ración K, la última en incorporarse a la dieta de todas las fuerzas armadas estadounidenses e imitada por otros ejércitos. La Ración A era una variante de la antigua Ración de Guarnición que estaba compuesta básicamente con un 70% de productos frescos (carnes y vegetales) para ser servidos calientes en tanto que la Ración B era similar a la A pero compuesta de productos envasados. De aquella Ración de Emergencia empleada en la Primera Guerra Mundial, deriva la Ración de Campo D (Field Ration D) propuesta para el regimiento de caballería en el año 1932, la que debía contener una barra de chocolate amargo de 12 onzas (340 gr.), mantequilla de cacahuetes y azúcar. Pero hubo de quedar sin efecto dado que el alto contenido de azúcares provocaba demasiada sed. Sin embargo este experimento sirvió para que en 1937 se volviera sobre el tema del chocolate como fuente nutricional imprescindible en la Ración D y que luego tuviera tanta aceptación. (Ver nota sobre el chocolate en la alimentación del ejército norteamericano) LAS RACIONES DE COMBATE C Soldados comiendo Ración de combate C La denominada ración C fue objeto de largos ensayos por parte del SR & DL (Quartermaster Subsistence Research and Development Laboratory) cuyo primer director, el Mayor W Mc Reynolds, era partidario de elaborar una ración que tuviera las mismas características de la alimentación cotidiana del hombre medio americano. En 1939 se había propuesto una lista de 10 preparaciones a base de carne enlatada en envases cúbicos con tres comidas diarias para tener una alimentación más variada, pero el objetivo fue demasiado pretencioso y como tecnológicamente no estaban preparados para abarcar todo el proyecto, los menús quedaron limitados a tres, carne con frijoles, carne con guisado de verduras y carne con picadillo de verduras. En 1940 fue testada esta Ración C cuyos resultados fueron desalentadores ya que se la encontró incomoda en sus envases, carente de variedad y demasiados frijoles aunque desde el punto de vista nutricional, cubría con todas las exigencias. Como consecuencia de este informe se modificó el envase de 16 onzas (453 gr.) y se estandarizó al tamaño de 12 onzas (340 gr.); se redujo la cantidad de galletas y se aumentó la cantidad de café con el agregado además, de caramelos duros y de chocolate. En agosto de 1941 se adquirieron 1.500.000 raciones que tenían como finalidad cubrir las necesidades de los soldados en aquellos lugares donde las cocinas de campo no podían llegar. Al ingresar a la Segunda Guerra Mundial, el ejército norteamericano destinó la ración D como de emergencia y suplemento alimentario de otras raciones y la Ración C destinada a la alimentación diaria cuando las fuentes de suministro habituales estuvieran bloqueadas. Sin embargo, particularmente la Ración C, fue modificada constantemente a medida que las condiciones en los distintos ámbitos de lucha iban cambiando experimentándose en sus contenidos, envasado, peso, transportabilidad e incluso tratando de hacerla lo más agradable posible al paladar, ya que el soldado en la vida civil siempre estuvo acostumbrado a una buena comida. Por otra parte la sustitución de ciertos alimentos ante la escasez provocada por los bloqueos, fue motivo para modificar sobre la marcha los requerimientos nutricionales de las Raciones C, su almacenamiento y transporte marítimo, dado las grandes distancias que había entre las fábricas en EE.UU. y las zonas de combate en Europa y Asia. La Ración de Combate empleada en la Primera Guerra Mundial pasó a denominarse U.S Army Field Ration C y finalmente Ration Type C debido a las sucesivas modificaciones que sufriera a lo largo de la guerra, tomando en cuenta la disconformidad de las tropas con los componentes, palatabilidad y transportabilidad de esta ración. Pero a estos inconvenientes debió agregarse las dificultades de producción y provisión de sus ingredientes. Sin embargo todos estos fueron el incentivo para seguir investigando y ensayando nuevas mejoras cuyo resultado final se dio tardíamente sobre la finalización de la Segunda Guerra Mundial. La Ración C, ración individual para ser consumida en un día, estaba integrada por tres unidades B (bread-pan), tres unidades M (meat – carne) y un paquete adicional. La unidad M1 estaba compuesta de carne y habas; la M2 de picadillo de carne y vegetales; la unidad M3 era carne y vegetales guisados. La unidad B consistía de galletas, azúcar y café soluble y más tarde se incorporó zumo en polvo para diluir en agua. Luego de ser testadas en latas de 12, 15 y 16 onzas, se llegó en 1940 a estandarizar la Ración C en 12 onzas. Uno de los inconvenientes para dar con la ración aceptable fue la variedad y calidad de la carne dado que las preparaciones eran monótonas, repetitivas y de los 10 menús que se planificaron originalmente solo pudieron fabricarse tres al incorporarse los EE.UU. a la guerra. Más tarde fueron seis las combinaciones que la componían terminando en el planteo original de 10 variedades. En su evolución estas unidades o latas que constituían el desayuno, almuerzo y cena de un soldado, aumentaron su componentes integrando la unidad B de galletas, cereal comprimido en barra, café soluble, azúcar, zumo de frutas en polvo, caramelos, mermelada, cacao en polvo. En la unidad M las variedades de menú fueron 1: carne con habas, 2: carne con espaguetis, 3: jamón, huevo y patatas, 4: carne con fideos, 5: carne de cerdo con arroz, 6: salchichas con habas, 7: carne de cerdo con habas, 8: jamón con habas, 9: pollo con vegetales y 10: carne con verduras guisadas, este último menú fue eliminado de la lista por no tener aceptación. En cuanto al paquete adicional contenía cigarrillos (tres unidades de tres cigarrillos cada una), tabletas purificadora de agua, fósforos, papel higiénico, goma de mascar y un abrelatas. Más tarde se agregaron tabletas de sal para aliviar el agotamiento por el calor en las zonas tropicales y el azúcar en terrones por azúcar granulada. Pero como queda dicho, las modificaciones se fueron realizando sobre la marcha de los acontecimientos y la versión definitiva de la Ración C solo estuvo disponible sobre el final de la guerra.
RACIÓN DE COMBATE K Panorámica de la ración K Sin embargo otros ensayos para la provisión de una ración individual de fácil transporte durante las operaciones de asalto y combate dieron origen a la Ración K que en un principio fue utilizado por tropas aerotransportadas. La letra K de esta ración tiene su origen en la inicial del doctor y experto en nutrición Ancel Keys, quien acuñó el concepto de “dieta mediterránea” tras un experimento conocido como Estudio de los Siete países en el que se analizaron los factores determinantes del colesterol y su relación con las enfermedades cardiovasculares. (Ver nota sobre la dieta mediterránea) En los años 40, Keys asesoró al Departamento de Estado para el diseño de una ración de alto contenido calórico cuyo resultado final fue la Ración K de combate, compuesta de un paquete para el desayuno que contenía jamón y huevos, una barra de cereal comprimido, galletas, café soluble, cigarrillos, fósforos, azúcar, abrelatas, papel higiénico, tabletas de purificación para el agua, y una cuchara de madera. El almuerzo contenía una lata de quesos, galletas, barra de caramelos, goma de mascar, bebida en polvo, una tableta de sal, cigarrillos, fósforos, abrelatas y cuchara. La cena incluía una lata de producto cárnico, galletas, polvo para sopa instantánea, barra de caramelos, chicle, café soluble, azúcar granulada, cigarrillos, abrelatas y cuchara de madera. (Ver nota sobre la goma de mascar) Se había prestado especial atención en el empaque de cada producto, particularmente para evitar la humedad y mantener mayor tiempo sus componentes en forma inalterable, razón por la cual se empleaba cartón de papel encerado y celofán. El primer millón de raciones fue producido en 1942 para llegar a 105 millones en l944. Si bien la Ración K se mantuvo vigente en la post guerra, para 1948 fue suspendida su fabricación por considerársela obsoleta ante las nuevas investigaciones en materia de alimentación para las fuerzas armadas. En 1946 el Departamento de investigación para el Desarrollo y Subsistencia se convierte en el Laboratorio de Alimentos y Provisiones de las fuerzas armadas con sede en Chicago y en 1954 abre una nueva sede en Nastick, Massachussets para establecerse allí definitivamente en 1963. . OTRAS RACIONES Tres envases de la fuerza aérea Las fuerzas armadas norteamericanas produjeron raciones según el ámbito en el cual debían moverse los soldados por lo que fueron diseñadas raciones para la jungla, montaña, primeros auxilios, hospitales y las denominadas 5 en 1 y 10 en 1. La ración destinada a la jungla fue desarrollada apresuradamente sin tener una idea cabal de las necesidades en ese medio y estaba compuesta de carne en conserva, leche deshidratada, cacahuetes, galletas, cereal precocido, goma de mascar, cigarrillos, caramelos duros, cacao en polvo, café soluble, limón deshidratado, pasas, sal, azúcar y papel higiénico. Para misiones en alta montaña y regiones frías las raciones eran de alto contenido calórico, de lenta digestión y fácilmente transportables. Los alimentos que constituían esta ración de montaña eran una pasta untable sustituta de la mantequilla, café soluble, leche en polvo, galletas, caramelos, tres variedades de cereales comprimidos, queso deshidratado, una barra de ración D, una barra de frutas y cereales, goma de mascar, zumo de limón en polvo, sopa deshidratada, sal, azúcar, te, cigarrillos, fósforos, papel higiénico. Se complementaba con el menú 1 compuesto de carne y habas deshidratas, el menú 2 con carne –siempre enlatada – y patatas deshidratadas y el menú 3 compuesto de salchichas y arroz precocido. Todas estas raciones eran embaladas en cajas sólidas de cartón de fibra (el mismo material que se empleaba antiguamente para hacer maletas) con la descripción de su contenido en el exterior. Pero así como se confeccionó un menú para alta montaña, también se lo hizo para la fuerza aérea cuyas necesidades básicas se resumían en cuatro puntos: 1: Para un solo piloto como en el caso de los Vought F4U Corsair o el Curtiss P-40. 2: Para casos de emergencia (abandono de la máquina) 3: Para aviones militares de pasajeros en los cuales se podía calentar rudimentariamente una comida. 4: Para casos de aterrizaje forzoso, botes salvavidas y supervivencia. Además de estas raciones también se emplearon las ya conocidas C y K para situaciones de rescate. Era habitual que los bombarderos tuvieran consigo un expendedor de doble boca para caramelos, goma de mascar y otras golosinas de fácil apertura y al alcance de la mano que constituía el almuerzo de la tripulación.
Cajas con raciones 5 y 10 en 1 Las raciones 5 en 1 fueron concebidas originalmente para los grupos motorizados de combate que funcionaban en áreas del desierto. La meta era una ración que podían preparar pequeños grupos con un equipo mínimo de cocina y mucha habilidad para cocinar. Así estas raciones estaban integradas básicamente con alimentos de la ración de B, tales como carne, leche evaporada, zumo de fruta, frutas, sopas deshidratadas, cereal, y componentes del paquete adicional como galletas, caramelos duros, sal, azúcar, cigarrillos, fósforos y papel de higiénico. Estas raciones eran embaladas en cajas de cartón y no en envases de hojalata y colocadas dentro de contenedores de madera. Cada caja en su exterior llevaba impresa el menú del que se trataba y sus ingredientes. Las raciones 5 en 1 luego se convirtieron en 10 en 1 (en realidad eran dos raciones de 5 en 1) por una cuestión de transportabilidad ya que en estos diseños no solo se trató de buscar de alimentar convenientemente a las tropas sino también de encontrar la manera de transportar los alimentos fácilmente ya sea a mano, con animales de carga o vehículos motorizados. Se estima que entre 1943 y el final de la Segunda Guerra Mundial se habían fabricado 300 millones de raciones 10 en 1 al costo de 85 céntimos de dólar cada una NORMANDÍA Desembarco en Normandía Hubo también una ración X de corta duración, ya que se había diseñado especialmente para el momento de la invasión a Normandía, que estaba compuesta de galletas de la ración K, chocolate de la ración D, caldo deshidratado, café soluble, barras de frutas, caramelos, azúcar, goma de mascar, carne enlatada, y tabletas multivitamínicas. Lo curioso de esta ración es que sus cajas resistentes al agua y posibles gases tóxicos como los envases que contenían los alimentos, no llevaban ninguna inscripción ni identificación en el exterior para mantener el secreto la operación militar. Se estima que solo fueron fabricadas en 1943 unas 600000 raciones y completadas al año siguiente en 250000 más, para luego dejar de producirse.
ESPECIAS Panorámica de Especias Para las zonas donde el ejército norteamericano se había establecido definitivamente tras el desalojo de las fuerzas enemigas, se enviaron paquetes con especias ( Kitchen Spice Pack) para las cocinas ya instaladas en bases y campamentos militares fijos, que contenían especias y sal para 1000 raciones, es decir, 100 hombres por día por 10 días, además de utensilios de cocina. Básicamente el menú estaba compuesto con la ración B. Entre otras raciones diseñadas para propósitos muy concretos están las de primeros auxilios y para hospitales, ambas contenían exclusivamente bebidas (te, zumo en polvo, etc.) La Ración de combate C se mantuvo con algunas modificaciones durante la guerra de Corea (1951-1953) y Viet Nam (1959-1975) si bien durante este último escenario los especialistas en alimentación militar habían desarrollado una ración denominada LRRP (Long Range Reconnaissance Patrols) consistente en comida liofilizada (carne deshidrata envasada al vacío) y que derivó hacia 1981 en la actual ración de combate conocida como MRE, abreviatura de Meat Ready to Eat (Comida lista para comer). |