HISTORIA DE LA COCINA Y LA GASTRONOMÍA

O.N.G. Grupo Gastronautas

Asociación sin ánimo de lucro

AVISO: PROHIBIDA LA REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL DEL CONTENIDO DE ESTA WEB SIN EL PERMISO EXPRESO DE SU AUTOR O AUTORES

Nuestra patria es la cultura,
nuestra bandera el idioma


 

 

Una comida sabrosa, tradición gastronómica p’urhépecha  en Caltzontzin, Michoacán


Trabajo de Martha Delfín Guillaumín

Septiembre de 2011

El presente trabajo que exponemos es la ponencia presentada por nuestra compañera Doctora Martha Delfín Guillaumín, impartida en las XV Jornadas de Etnohistoria en la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) de México el día 22 de septiembre de 2011.

 

 

Para comenzar esta charla cabe plantearnos ¿qué es el patrimonio cultural gastronómico mexicano?, ¿qué se entiende por gatrimonio gastronómico? Una respuesta podría ser: “Defender, fomentar y exponer la comida autóctona, la que nos identifica como nación y como pueblo, [ya que] es un bien inmaterial de nuestro patrimonio.”[1] Asimismo, según Tresserras y Medina, se reconoce que “instituciones como la UNESCO han definido la gastronomía como parte integrante del patrimonio cultural inmaterial de un país, a la vez que se ha incorporado cada vez más activamente en las políticas culturales y de promoción del turismo.”[2] 

Hace casi tres años, un 15 de noviembre del 2008, tuve la fortuna de participar como apoyo logístico en el encuentro “Rescate de la gastronomía P’urhépecha” en Caltzontzin.[3] Los integrantes de la organización cultural indígena Ambakiti, (Bueno), me habían invitado a apoyarlos desde principios del mes de octubre, de hecho, el 8 de ese mes estuve presente durante los preparativos de la muestra gastronómica en la casa de una de las organizadoras de Caltzontzin. 

No se trataba tan sólo de elegir los platillos que se iban a ofrecer a los asistentes al encuentro gastronómico del 15 de noviembre en la plaza principal del poblado, lo que se deseaba era enfatizar, por medio de esta actividad, los valores y tradiciones p’urhépechas. Es decir, uno de los objetivos principales de esta actividad fue dar a conocer lo que es la comida de las personas originarias de Caltzontzin, que es una comunidad del pueblo indígena p’urhépecha. Particularmente, los organizadores de esta muestra pretendían que de esta manera se pudiera fomentar el rescate, conservación y difusión de su patrimonio gastronómico. 

Ese día de octubre, en la casa de la familia del señor Tranquilino Mateo Izaguirre, además de disfrutar la exposición de los diversos guisos y bebidas, pude observar la manera como arreglaban a las niñas vistiéndolas con el rollo, nombre que recibe su falda larga con bellos holanes y que se cubre con mandiles. También haciéndoles trenzas y colocándoles sus rebozos. Al mismo tiempo, adornaban las mesas con vistosos bordados, mandiles y trajes llenos de  lentejuelas. También disponían jarras escultóricas de formas interesantes como frutas. Había canastas llenas de flores de calabaza, diversas frutas y verduras, por ejemplo, unas deliciosas mazorcas de maíz.

Entre las delicias que disfruté esa mañana estuvieron las sabrosas corundas, tamales de masa de maíz con una linda forma de piquitos como estrella. Desde el siglo XVI, el fraile franciscano Maturino Gilberti decía que la curinda era la forma de llamar al pan entre los indígenas p’urhépechas.[4] Una vez me invitaron a hacerlas cuando trabajaba en la Universidad Intercultural Indígena de Michoacán, se estaba organizando una fiesta en la misma y uno de los platillos principales eran las corundas. Se supone que deben lucir como triangulitos, pero a mí me quedaban bastante chuequitas. Son tamalitos cubiertos con hojas verdes de maíz, pueden ir con algún relleno como salsa, queso o verduras picadas. Son exquisitas, además de que las consumí junto con un sabroso atole de nurite, una planta prodigiosamente nutritiva y saludable. 

Un objeto que llamó mi atención fue una hermosa charola de barro pintada que representaba el volcán Paricutín. Esto es importante, es la manera de recordar a través de sus artesanías el suceso que transformó la vida de los antepasados inmediatos de los lugareños de Caltzontzin. Me refiero a la erupción de dicho volcán. Se trata de una historia de supervivencia que es narrada por los cronistas lugareños y en una pintura mural que se resguarda en la escuela primaria pública; clara muestra de la diversidad de la riqueza patrimonial que se halla en ese poblado. Esta excelente obra plástica fue hecha por los muralistas Ignacio Aguirre, Alfredo Zalce y Pablo O’Higgins en 1950 en las paredes de la entonces escuela rural del pueblo de Caltzontzin. Es realmente un privilegio poder apreciar este bello mural en una escuela primaria llena de infantes que corren y ríen mientras disfrutan su recreo, o que escuchan a sus profesores y participan en los ejercicios académicos durante sus horas de clase. 

A mediados de 1943, los habitantes del pueblo de San Salvador Combutzio tuvieron que abandonarlo con todo el dolor de su corazón porque había hecho erupción un volcán nuevo, recién nacido, el Paricutín: “El volcán finalmente reventó el sábado 20 de febrero a las 3:30 de la tarde.”[5] Luego arribaron a su nuevo hogar, una ex-hacienda llamada Caltzontzin que en aquel entonces estaba bastante alejada de la ciudad de Uruapan, pero que actualmente ha quedado en sus suburbios. Fue el general Lázaro Cárdenas quien compró esa ex hacienda para que se construyera el nuevo poblado. De hecho, en el mural mencionado se halla una frase de este importante político michoacano. 

Si bien la lava del volcán invadió su antiguo poblado y no tuvieron más remedio que dejarlo, vale la pena aclarar que esas tierras aledañas al Paricutín siguen siendo de la comunidad del nuevo San Salvador Combutzio-Caltzontzin, nuevo a pesar de sus ya 68 años de existencia.  

El sábado 15 de noviembre del 2008 fue el día en que se celebró el magno evento. Entonces se pudo evidenciar que las mujeres de Caltzontzin, además de sus “manos mágicas que cocinan amor” como anunciaba el afiche del encuentro gastronómico, también son diestras en los formidables bordados que confeccionan o en hacer ungüentos que forman parte de su medicina tradicional como se apreciaba en los puestos en donde se podían adquirir diversos productos de esta especie, por ejemplo, unas pomadas para disminuir los dolores reumáticos o de los golpes. También pude presenciar una procesión que celebraba que ese día lavaban las prendas de la imagen de santa Lucía. Entre los participantes había gente vestida con hermosos trajes en el que el diseño incluía el uso de las lentejuelas, toda una demostración de la destreza de las costureras y bordadoras vecinas. Eran los curpites, los que luego bailarían una danza harto complicada. Los curpites, en una voz que significa agregados en p’urhépecha. Estos personajes acompañan a José y María  (hombres caracterizados de estos personajes) mientras piden posada en las celebraciones previas a Navidad que se hacen en las calles del poblado. También hubo música de pirecuas, las bellas canciones p’urhépechas. Una banda musical amenizó la inauguración del evento y luego una cantante del lugar deleitó a la concurrencia con melodías de la región. Se armaron distintos puestos de alimentos en la plaza principal y la concurrencia degustó la variedad de atoles, aguas frescas, guisados y postres. 

Como es sabido, la  gastronomía mexicana es famosa por la variedad de productos que utiliza, particularmente el chile[6]. Ese día en Caltzontzin se podían degustar exquisitas salsas picantes. Por ejemplo, la xarakata, una hoja de maíz es la base para presentar el platillo que lleva corundas con quelite y salsa de chile preparada en un molcajete; esta vianda en p’urhépecha se conoce como xarakata: k’urhunta ka xakua ka k’awasï xúmakata.[7] Obviamente no podía faltar el churipo, que es un caldo con carne de res y verdura muy tradicional y reconfortante. La carne se cocina por separado y luego se le agrega al caldo. Desde recién iniciado el período colonial se introdujo el ganado vacuno y el porcino en la Provincia de Michoacán, los indígenas pronto se apropiaron de este tipo de animales y los incluyeron como parte de su dieta: “En 1525 se reportan las primeras piaras en Pátzcuaro. Caballos, vacas, borregos y gallinas llegaron a Pátzcuaro y Huaniqueo hacia 1530. En 1532 ya había vacas hasta en Pamatácuaro, al extremo de la sierra.”[8] 

También ese día hubo quesadillas de maíz blanco y azul. La masa de las tortillas es preparada con cal, es parte del proceso de nixtamalización, el cual  permite que el grano de maíz amasado sea manipulable, que la tortilla no se quiebre cuando se cuece en el comal de barro y que los almidones se liberen del grano para que sean mejor digeridos y procesados por el cuerpo humano. Los españoles llamaban a la tortilla como el pan de la tierra. En idioma p’urhé a la tortilla se le dice echúskuta. Al maíz blanco se le conoce como tsiri urapiti y al azul, tsiri xupipiti. 

Las bebidas refrescantes no podían faltar y la gente se formaba para pedir agua de jamaica y agua de chía. También de maíz fueron los atoles, bebidas con cierto grado de consistencia espesa, y que las mujeres de Caltzontzin preparan con particular maestría lo que los hace muy famosos entre los conocedores. Para la ocasión hicieron atoles blanco y de tamarindo, este último es de los que más me gustan. Atole es también palabra en náhuatl, en p’urhé se dice kamata. El atole es bueno para muchas cosas, tiene usos medicinales, por ejemplo, contra la diabetes, pero también es un efectivo remedio para quitar el frío del cuerpo, como el ponche caliente. Al bajar el sol fue una linda manera de acabar el día y el evento, con atole, dulce de calabaza (purhu tekua jukari) y buñuelos revueltos o bañados con miel.[9] 

A manera de conclusión quiero comentar que el consumir los ricos alimentos, beber el atole de tamarindo, escuchar al cronista de Caltzontzin que narró su vivencia cuando era un niño en la que presenció la erupción del volcán Paricutín, el deleitarme con la danza de los curpites, oír las bellas melodías y disfrutar de la visión de tan bellos colores en las magníficas piezas artesanales fue una experiencia fascinante. Creo que la rogativa que hicieron los encargados de la medicina tradicional al comienzo de la muestra fue muy conveniente puesto que todo fue exquisito, incluso, ahora que lo recuerdo, se me sigue haciendo agua la boca y mi corazón se llena de nostalgia.

FOTOS

Corundas preparadas por Martha Delfín Guillaumin y colocadas en una vasija de barro p’urhépecha de Santa Fe de la Laguna para  la conferencia de las Jornadas de Etnohistoria de la ENAH, Auditorio Javier Romero, 22 de septiembre de 2011[10]

Arreglando la mesa para mostrar los diversos platillos

 

Flores de calabaza, mazorca, quesadillas

Curundas


Organizadoras de la muestra gastronómica, en la charola de barro se encuentra una imagen que representa la erupción del volcán Paricutín.

 

Bellos bordados de las mujeres de Caltzontzin para cubrir las viandas

Señoras vestidas con sus faldas de rollo y bellos mandiles bordados mientras servían la comida preparada por ellas al público asistente al evento del sábado 15 de noviembre de 2008.


Frase de Lázaro Cárdenas en el mural de Caltzontzin

 


BIBLIOGRAFÍA

[1] Carlos Azcoytia, correo interno de Historia de la Cocina y la Gastronomía, http://www.historiacocina.com/ (16-IX-2011). Lo señalado entre corchetes es mío.

[2] Elisenda Loscos Presculí, Universitat Rovira i Virgili (España), Reseña del libro Patrimonio gastronómico y turismo cultural en el Mediterráneo, Jordi Tresserras  y F. Xavier Medina (eds.), IBERTUR-Universidad de Barcelona/Instituto Europeo del Mediterráneo, Barcelona, 2007, en Pasos. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural, Vol. 6, N° 2, pp. 381-384, 2008, Número Especial, http://redalyc.uaemex.mx/pdf/881/88160219.pdf (16-IX-2011).

[3] Véase mi artículo sobre esta experiencia en: http://www.historiacocina.com/paises/articulos/mexico/caltzontzin.htm (17-IX-2011).

[4] Maturino Gilberti, Diccionario de la lengua tarasca o de Michoacán, edición facsimilar, Morelia, Michoacán, Balsal Editores, 1975, p. 427.

[5] Blas Román Castellón Huerta, “Mitología de los tarascos o purépechas”, pp. 123-162, en Blas Román Castellón Huerta, coordinador, Relatos ocultos en la niebla y el tiempo. Selección de mitos y estudios, México, INAH, 2007, p. 159.

[6] De chilli, esta voz es náhuatl; en taíno arawako es ají, en p’urhé se dice k’awasï, y su nombre científico es capsicum. Michoacán se distinguió por su producción de chile y éste formaba parte del tributo durante el período colonial. Por ejemplo, Huruapa (Uruapan) tributaba cada año “10 hanegas de axi”. Janet Long-Solís, Capsicum y cultura: la historia del chilli, México, FCE, 1998, p. 170.

[7] Agradezco al profesor Jorge Antonio Joaquín, de la Universidad Intercultural Indígena de Michoacán (UIIM), el haber traducido en su momento el nombre de los ingredientes y platillos del p’urhé al castellano.

[8] R. C. West citado por Arturo Argueta Villamar, Los saberes P’urhépecha. Los animales y el diálogo con la naturaleza, México, UIIM, UMSNH, UNAM, PNUMA, JP, Gobierno del Estado de Michoacán, 2008, pp. 184-185.

[10] Todas las fotos fueron tomadas por Martha Delfín Guillaumin.

    

NUESTRAS SECCIONES



Historia de los alimentos y los utensilios

Restaurantes, restauradores y gourmets

Cocinas de países y lugares

Religiones y dietas

Estudios especiales

Viajeros, conquistadores y exploradores

Narraciones gastronómicas

Colaboraciones

Libros

Somos

Links

 

 

TRABAJOS RELACIONADOS


Visite nuestro magnífico monográfico dedicado a la historia de la alimentación y la gastronomía de México

 


Recomendamos leer el trabajo previo a esta conferencia  y que publicamos en nuestra revista en diciembre de 2008 y que lleva por título:
Un día en Caltzontzin (Michoacán, México) disfrutando de su patrimonio gastronómico y cultural

 

 

Propiedad intelectual: Las fotos obrantes en este trabajo son propiedad de la autora

 

 


 


A nuestra web le fue concedido el Premio Nacional de Periodismo Gastronómico Álvaro Cunqueiro 2010
 (España)

 AYUDA PARA LA BÚSQUEDA RÁPIDA:
Introduzca el nombre o frase completa entre comillas que desee encontrar en nuestra web

 

En nuestra web En Internet
Busque cualquier tema en nuestra web con tan sólo poner el nombre que desea en la ventana de búsqueda

 

Puede visitar la auditoria que nos hace nuestro servidor Granred. Para ver los artículos más visitados y todo tipo de datos estadísticos presione aquí